Descripción
Para analizar las perturbaciones sexuales, debemos recordar que se dividen en cuantitativas (disfunciones sexuales, tanto para el DSM IV de la APA como para el CIE 10 de la OMS) y en cualitativas (desviaciones sexuales para el CIE 10 o Parafilias para el DSM IV).
En cuanto a las perturbaciones cuantitativas o disfunciones sexuales se dividen en:
Por defecto:
1) La mixofobia es un temor irracional a tener actividad coital. Para soslayar la responsabilidad de tener que ejercer la actividad coital la persona mixofóbica intenta maniobras de evitación de la acción por eso también se llama a esta disfunción sexual “evitación sexual” o “trastorno por aversión sexual” como lo titula el DSM IV. La mixofobia apunta a una evitación o aversión hacia la actividad coital por un problema fundamentalmente psíquico.
2) El rechazo sexual se refiere habitualmente a las dificultades para realizar el coito debido a una dificultad fundamentalmente física, aunque la causa pueda ser psíquica. A nivel femenino se encuentra el vaginismo y la dispareunia y a nivel masculino se habla de coitalgia o dolor coital sobretodo en el momento eyaculatorio.
El vaginismo es una hiperestesia vulvovaginal por lo que cualquier excitación directa (a veces sólo psíquica) produce espasmos o contractura dolorosa del músculo bulbo cavernoso y demás músculos de la entrada de la vagina y que estrechan el conducto, imposibilitando el coito, o la introducción de un dedo o un instrumento. Corrientemente la contracción es de la musculatura mas externa, que cierra el introito, y cuando interviene el elevador del ano se denomina “vaginismo superior” hecho que raramente ocurre ya que no impide la entrada pero si la salida dando origen al llamado “pene cautivo”. Puede deberse a un proceso inflamatorio o doloroso local, pero lo común es que se trate de una perturbación de origen psíquico.
La dispareunia etimológicamente tiene un significado amplio que incluye: algopareunia (coito doloroso), bradipareunia (coito lento y molesto) y taquipareunia (coito rápido e insatisfactorio). Sin embargo, por el uso restringido se entiende casi únicamente al coito doloroso que puede llegar al vaginismo.
3) Se denomina anestesia sexual en general a la dificultad para movilizar la energía libidinal. En este grupo de dificultades se encuentran:
La anafrodisia (Eulenberg) que es la falta de deseo erótico, baja carga libidinal, o la anorexia (falta de apetito) ambas son denominaciones que puede aplicarse indistintamente a ambos sexos, aunque era frecuente aplicarlas al varón, pero no explican la calidad del trastorno. El DSM IV lo llama deseo sexual hipoactivo y el CIE 10 disminución o pérdida del deseo sexual.
4) La hipoestesia sexual se caracteriza por la pérdida del hedonismo (hipohedonia) o disminución de la capacidad de experimentar las sensaciones voluptuosas o goce sexual específico y que se traduce por estados de insatisfacción sexual tanto en el varón como en la mujer.
La insatisfacción sexual en la mujer puede responder a problemas excitatorios (falta de lubricación vaginal) por razones orgánicas (hipoestrogenismo frecuentes en el climaterio) o psíquicas (conflictos personales o interpersonales), o a problemas orgásmicos (anorgasmias)
La anorgasmia femenina es una falta de respuesta cerebral centrífuga (clímax) a los diferentes estímulos excitatorios centrípetos (vaginal, clitorídeo, uterino, mamario, punto G, etcétera) Puede ser primaria cuando se inicia su actividad sexual, fenómeno que puede durar algún tiempo (meses a veces años), o secundaria, verdadero problema psicosocial, porque su extensión es grande y a la mujer se la ha convencido de que no gozar del orgasmo es una enfermedad, y tradicionalmente se la denominaba frigidez sexual, término que se ha erradicado prácticamente de la sexología por su connotación peyorativa ya que etimológicamente significa “frialdad total” (anestesia sexual total y primaria) para todo estímulo erótico o la imposibilidad de ser estimulada de manera alguna, reproche que nunca acontece en la realidad erótica de las mujeres.
La insatisfacción sexual en el varón puede responder a problemas excitatorios (disfunción erectiva) o a dificultades orgásmicas y eyaculatorias (orgasmo inhibido, eyaculación precoz, retardada, retrógrada, aneyaculación, etcétera).
A estos cuadros se los englobaba con la denominación general de impotencia sexual, término que se ha dejado de lado en la sexología actual por ser impreciso y muy genérico. Se había impuesto para significar la insuficiente erección peniana para realizar el coito. Es la llamada impotencia coeundi pero existía otra acepción que era la impotencia generandi o concipiente por eyaculación de semen infecundo. Actualmente luego de los extraordinarios estudios primero de Masters y Johnson (1960) y luego de Helen Singer Kaplan (1970) este tipo de patología forma parte de la disfunciones sexuales (deseo, erección, eyaculación y orgasmo).
Así tenemos disfunción del deseo (por anafrodisia o hipoestesia sexual), disfunción erectiva (por dificultades en la excitación), disfunciones eyaculatorias y orgásmicas.
En la eyaculación precoz si bien hay erección y penetración, la eyaculación ocurre en forma breve y anticipada al tiempo esperado por el actor, o ser tan anticipada que ocurre sin erección y antes de la penetración (eyaculación ante porta). Cuando el lapso eyaculatorio es muy superior al tiempo esperado, por alguna dificultad psicofísica, se habla de eyaculación retardada. Puede haber orgasmo sin eyaculación (aneyaculación), en realidad lo que suele suceder es que la eyaculación puede manifestarse en forma retrógrada vesical (por ejemplo: en los prostatectomizados) o producirse una espermatorrea que es una eyaculación que se manifiesta sin fuerza (eyaculación asténica).
Las disfunciones orgásmicas (orgasmo inhibido) se caracterizan por dificultades para obtener el orgasmo o por la falta de sensaciones en el momento del orgasmo (impotencia satisficatinis de Giese).
Por exceso
1. La erotomanía es “la alucinación delirante de sentirse amado” (Ferdiere). El erotómano suele perseguir a la persona del que siente ser amado. Puede llegar a la agresión si se siente rechazado por el objeto que el cree que lo ama.
Aparece como una compulsión erótica intensa y absorbente que condiciona la conducta. Es la forma patológica del mal llamado amor platónico.
2. La hiperestesia sexual se caracteriza por el aumento o exacerbación marcada del hedonismo (hiperhedonia) o incremento de la capacidad de experimentar las sensaciones voluptuosas o goce sexual específico verdadero (hipergenitalidad) o espurio (hipererotismo).
La formas verdaderas comprenden:
La Edeomanía (Sirlin) es la actividad genital compulsiva tanto en el varón (satiriasis) como en la mujer (ninfomanía o andromanía). Esta exageración del apetito sexual se dice que es verdadera porque se expresa puramente a través de la respuesta genital (hipergenitalidad) sin que medie interés erótico afectivo.
Se denomina satiriasis al apetito sexual (hipergenitalidad) exagerado y compulsivo del varón, casi siempre como consecuencia de alguna patología cerebral de base. El término viene del griego “satyros”, monstruos mitológicos de las florestas medio hombre y medio cabra.(macho cabrío), considerado muy lascivo y lujurioso.
La ninfomanía (del griego nymphes) es un vocablo que expresa la insaciable necesidad coital de algunas mujeres, como una “locura erótica” (hipergenitalidad) que suele esconder paradojalmente a una persona anorgásmica. Se la llama también andromanía (Bloch) como equivalente a desesperación sexual por los varones. Este incontrolable apetito sexual (“libido insatiata” de Krafft -Ebing) fue durante mucho tiempo conocido vulgarmente como “fiebre o furor uterino”, término peyorativo totalmente abandonado por la sexología moderna.
La formas espurias comprenden:
El donjuanismo corresponde en su acepción corriente al individuo cuya exaltación erótica (hipererotismo) lo lleva a la conquista de mujeres en forma inveterada. Este afán obsesivo de obtener enamoradas no va acompañado habitualmente de actividad sexual genital (no tiene imposición libidinal). Por lo tanto, no es un dechado ni el paradigma de la virilidad, sino un infravalorado, inseguro (para algunos afeminado) o un tímido sobrecompensado que busca en las conquistas un reconocimiento consciente o no de una propia minusvalía. Se diferencia del casanovismo, que por definición corresponde a varones hipereróticos, satisfechos que gozan en dejar contentas a sus mujeres y no “enamoradas abandonadas” como el Don Juan.
El mesalinismo, es término que proviene de Valeria Mesalina la esposa de Claudio, el emperador romano. Esta hermosa muchacha tenía solo dieciséis años cuando se casó con Claudio que contaba con cincuenta. Además era cojo, y sordo, e incluso físicamente desagradaba a todo el mundo. Mesalina contrajo matrimonio con él, obviamente no por amor o atracción, sino por sus ansias de poder. Así se comportó al principio con toda corrección, pero con el tiempo empezó a corromperse y hacer uso de su extraordinaria belleza para conquistar a senadores, militares y cualquier hombre que pudiera servir a sus propósitos, sin importar clase, parentesco, o riqueza. Su fama de seductora se convirtió en una leyenda. Uno de los escándalos más nombrados en los que estuvo envuelta, fue cuando decidió competir con todas las prostitutas de Roma, en cuanto a la cantidad de hombres con los que pudieran unirse sexualmente durante un plazo y Mesalina ganó. Se dice que llegó a deshacerse de quienes ella consideraba una amenaza para sus oscuros designios, o aquellos que simplemente no le agradaban. De esta manera, Mesalina se convirtió también en una gran asesina. A partir de esta historia se denomina mesalinismo a toda aquella mujer que seduce (aparentando gran deseo sexual) a todo aquel varón hombre que pudiera servir a sus propósitos.
El altruismo sexual se produce cuando una persona por su minusvalía o temor a la perdida o el abandono del objeto amado se subalterniza a los designios eróticos de éste aunque no los sienta o comparta.
En cuanto a las perturbaciones cualitativas o desviaciones sexuales o parafilias se dividen en:
I) De la configuración de la imagen de la pareja (CIP).
Aquí tenemos que analizar esta configuración en lo que respecta: al modo de obtener placer erótico (orientación sexual) y al objeto con el obtiene placer erótico (elección objetal).
En cuanto al que respecta al modo se describen:
1) Autosexual (Ipsación)
La autosexualidad consiste en la búsqueda del placer erótico consigo mismo, es llevar a la práctica el autoerotismo. Es un concepto genérico o de mayor amplitud que el de masturbación. Se la hecho sinónimo de Ipsación término acuñado por Hirschfeld para designar al autoerotismo solitario con la única compañía de su propia imaginación, para diferenciarla de la actividad autoerótica con partenaire hétero u homosexual (masturbación mutua). También se llama ipsismo.
a) El autoerotismo es una denominación dada por Havelock Ellis a las satisfacciones eróticas que obtiene un individuo sin necesidad del concurso real del otra persona o de un objeto amoroso extraño a él o aloerótico. Se denomina también autoerasia psíquica (Letamendi) dado que significa gozar eróticamente consigo mismo. Se trata de la llamada “emoción sexual espontánea” que se expresa a través de las poluciones oníricas o sueños húmedos como la enuresis. Se describen dentro del autoerotismo también al seudolismo (Giese) o sea las vivencias orgásmicas de fantasías acerca de actividades sexuales, acompañadas por el hecho de ser ficciones.
b) El autosexualismo es sinónimo de narcisismo, es decir, la persona que encuentra enamorado de si mismo, que siente placer erótico en si mismo, que siente amor sensual por su propio cuerpo y por su propio yo. El término viene de Narciso, ser mitológico griego que, por amor a si mismo, se miraba continuamente en las aguas que reflejaban su rostro, enamorándose de su propia imagen, rechazando a la ninfa Echo quien se mató.
Que el individuo se haya elegido como el objeto de su amor, no implica necesariamente que sienta aversión por los demás, no debe confundirse con egoismo o con autismo.
El amor a si mismo es común en la primera infancia (Autofilia o afinidad por uno mismo) siendo una experiencia normal y vital en el desarrollo de la personalidad sexual del individuo, la persistencia en adulto suele ser signo de inmadurez emocional.
No es lo mismo que masturbación (aunque puede ser una actividad sexual concreta que acompañe la descarga orgásmica de su autodeseo) donde el objeto puede ser una persona presente, una fotografía o una fantasía hétero u homosexual.
c) La Quiroerasia o quiroerastia de etimología griega significa erotismo manual y por ello en general se lo hace sinónimo de masturbación.
La palabra masturbación proviene del latín manu stuprare que significa “violentarse a si mismo con las manos”, circunstancia que en realidad nunca nadie ha hecho, razón por la cual nosotros creemos mas apropiado el término autocomplacencia manual. De manera tal que, la mal llamada masturbación (autocomplacencia) consiste en general en maniobras manuales de autoestimulación (frotación del pene, clítoris o el resto del cuerpo con las manos) y/o mecánicas (instrumentales) por las que se trata de obtener el orgasmo sin participación real del objeto erótico elegido mentalmente como tal, sino a través de fantasías, imágenes, etcétera, homo u heterosexuales. También suele practicarse la actividad masturbatoria con presencia del partenaire en forma activa (contemplación del copartícipe), pasiva (siendo masturbado por el copartícipe) o a través de la masturbación mutua.
Se denomina amatripsis la autocomplacencia femenina realizada frotándose entre sí los labios de la vulva.
Se debe distinguir lo descrito, de la masturbación compensatoria o supletoria en los individuos abstinentes por falta de compañía, por estar presos, aislados, etcétera, y de la neurótica, donde el sujeto prefiere la masturbación al coito, ya sea por angustia o por compulsión. (quiromanía o masturbación obsesiva).
2) Homosexual
La homosexualidad proviene del griego “ómoio, ómo” que significa “igual”, o sea que se trata de la atracción erótica por las persona del mismo sexo. Puede ser masculina o femenina. La conducta puede ser una expresión egosintónica o egodistónica.
El término “homosexual” fue acuñado en 1869 por el médico húngaro Karl Benkert en una carta dirigida al Ministro de Justicia de Hannover defendiendo los derechos de esta minoría y con el propósito de evitar que Alemania rompa con la tradición napoleónica de no penalizar las prácticas homosexuales. Un poco antes el médico alemán Karl Henrich Ulrichs (1825-1895, primer activista gay de renombre) para quien el “uranio” constituía un tercer sexo (la elección de este término se basaba en un mito de Platón) propuso llamarla Uranismo. Para Ulrichs el uranio era una persona cuya alma femenina, habitaba un cuerpo masculino, y viceversa para la mujer. Hasta ese momento (bien entrado el siglo XIX) la homosexualidad se llamaba pederastia en alusión a la modalidad pedófila de los griegos como método educativo. Estos, a su vez, la llamaban “amor andrógino” y la homosexualidad femenina era directamente ignoraba hasta el siglo XX.
La homosexualidad masculina (“gay”, para los ingleses) como expresión sexual genérica se la denomina uranismo u homofilia. El uranismo o la homofilia masculina significa el gusto o la atracción por lo que es parecido, es decir la atracción erótica por las personas del mismo sexo sin que ello conlleve necesariamente la concreción física de dicha atracción con un partenaire. Cuando un homofílico concreta físicamente la actividad sexual homoerótica se denomina a dicha actividad sodomía o pederastia.
La sodomía consiste en el sexo anal. Antiguamente se decía “concúbito contra natura” (contra el orden natural), debido a la creencia en la existencia de un orden divino que sólo incluía la penetración vaginal. El término proviene de Sodoma, ciudad palestina a orillas del Mar Muerto. Allí vivía Lot con su esposa y dos hijas. Recibió la visita de dos Ángeles que llegaban para investigar las conductas promiscuas del pueblo sodomita, lo que motivó que su casa fuera asaltada por individuos interesados eróticamente en abusar de ellos. Para protegerlos, en su carácter de dueño de casa, Lot llegó a entregar a sus hijas a los lujuriosos, pero no los tranquilizó. Yahveh entonces provocó la destrucción del poblado por un incendio divino a la falta de hospitalidad, ya el honor de las mujeres valía menos que le sagrado deber de la hospitalidad (y no solo debido a la promiscuidad de sus habitantes).
La cópula anal puede ser heterosexual (anomeatia) u homosexual (androsomdomia). La sodomía se acepta que es el sexo anal entre varones y por extensión con animales (autores germánicos) con los que se tiene penetración. (sodomización).
La pederastia es en general sinónimo de sodomía, es decir, la realización de la penetración anal en general. Se refiere común y habitualmente a la que se realiza entre homosexuales, aunque en ciertas circunstancias (raramente) puede utilizarse para la cópula anal entre heterosexuales. Se llama sujeto activo el que realiza la inmisión peniana (“bufarrón”) y pasivo al que se presta a la inmisión. Los sexólogos alemanes suelen emplear el término latino “pedicatio”, siendo también sinónimo “conmasculatio” (Moll).
El término pederastia (del griego paiderastía) también se lo suele utilizar para describir al sexo anal practicado por un adulto sobre un menor varón. Así se habla de pederasta al que practica la cópula anal activa o pasiva como amante de los jóvenes (Gide).
La pederosis (Forel) es la cópula anal practicado por un adulto sobre un menor de uno u otro sexo tomado como objeto pasivo (pedicación). El sexo anal practicado sobre una niña también se le llama corefalismo.
Se denomina socialmente “taxi boy” al adolescente o adulto joven que vende sus favores sexuales a clientes homosexuales solo como “una escapada” de su heterosexualidad. Lo que confiere este característico matiz de sordidez a la prostitución homosexual contemporánea no es tanto la utilización indisimulada del dinero cuanto la pretensión de disimular, bajo la excusa de la moneda, la naturaleza de la pulsión que se remunera.
La pretensión que se aduce es la de restringir su participación en el contrato homosexual al rol “activo” (penetrador anal o pasivo del felator), no calificando por ello de homosexuales sus propias conductas, sino que éstas se reservan para sus clientes o partenaires, con el beneficio de la aceptación popular.
La práctica de la homosexualidad no se reduce a los estereotipos de peluqueros, bailarines o modistos: los llamamos “homosexuales manifiestos”, existe una categoría mucho más amplia, integrada por hombres (despectivamente conocidos por “chongos” en el argot del ambiente) que se dedican a los regocijos del placer sexual, sin dejar de blandir los estandartes de la masculinidad y la heterosexualidad.
Entre la adhesión incondicional a los patrones de la heterosexualidad unívoca y las conductas homoeróticas del homosexualidad “asumida”, la prostitución del taxi boy constituye una vía intermedia de “inversión ocasional” como la de algunos presos y marineros.
A diferencia del varón afeminado y/o travestido, que cobra al macho por su artificiosa representación de la feminidad, el prostituto viril (vulgarmente llamado taxi boy o “busca” en la Argentina, “miché” en Brasil, “chapero” en España, “hustler” en Nueva York), no abandona el ritual de la masculinidad, exaltando como baluarte el cobro, la regla de la prescindencia afectiva, la preservación de un código ideológico “machista” sancionado por el medio, que inferioriza al homosexual “pasivo”, en peyorativa alusión rol físico de ser penetrado, que resulta paradójico en lo interrelacional, ya que el cliente es el que por costumbre general toma la iniciativa y “conduce” a las alternativas del ensamble.
Si los taxi boys recurren al artilugio de la paga y la exacerbación de la virilidad, no es tan sólo para encantar a sus partenaires: sino también porque, quizás, no podrían tolerar de otra manera la emergencia de sus pulsiones homoeróticas. La precariedad de la definición erótica hace al taxi boy proclive a la agresión, al insulto, al robo, al chantaje, haciendo uso del lugar de chivo emisario a que el aparato social condena a los homosexuales. Episodios como el asesinato de Passolini, en 1975, muestran la disponibilidad de estos prostitutos para convertirse en agentes terroristas de una ley a costa de cuya trasgresión viven de ordinario.
Entre otras vicisitudes del proceso de sexuación cuyas características se suelen confundir frecuentemente aparecen como conflictos en la identidad de género, el afeminamiento, el marimachismo, la androginia y el travestismo
El afeminamiento es la presencia en un varón de gestos, conductas, actitudes, y otros indicadores de la tipificación de los roles de género femeninos que se pueden expresar en un sujeto varón. No es un signo necesariamente precursor de una futura elección homosexual de objeto erótico.
El marimachismo es la presencia en una mujer de gestos, conductas, actitudes y otros indicadores de la tipificación de roles de género masculinos que se pueden expresar por cierto grado de virilización. No es un signo precursor necesario de una futura elección homosexual de objeto erótico.
La androginia es el carácter dicotómico del género sexual.(fenotipo ambiguo). Son personas que no se ajustan a los estereotipos del rol de género exhibiendo comportamientos psico-sociales tanto masculinos como femeninos.
Pueden acompañarse de indiferenciación biológica neutralizando así el dimorfismo sexual en una configuración sexual ambigua y una apariencia unisex producto de una indefinición en la internalización de los roles asignados
La androginofilia es la atracción sexual por personas andróginas.
Se entiende por travestismo a aquella persona que siendo inequívocamente de un sexo siente placer erótico en vestir con ropas del otro sexo o mostrarse con la apariencia externa correspondiente al otro sexo (transformista), sin intención de modificación quirúrgica de sus genitales. Es independiente de la orientación sexual ya que se puede dar en autosexuales, homosexuales heterosexuales o bisexuales. Se completa el tema al describir el fetichismo posteriormente.
La homosexualidad femenina se la denomina lesbianismo, de la Isla de Lesbos donde estaba Safo, famosa poetisa griega que, según la leyenda, después de sufrir una desilusión amorosa adoptó un comportamiento homosexual, por lo el safismo quedó también como sinónimo de homosexualidad femenina. De manera que el lesbianismo o safismo es la expresión sexual genérica de la homofilia femenina.
Cuando las lesbianas utilizan maniobras homoeróticas como la masturbación mutua o se satisfacen frotándose vulva contra vulva se denomina a tal actividad tribadismo, (del griego tribö, frotar), que es sinónimo de “fricatrices o tortilleras”, apelativo vulgarizado en nuestro país.
Los drag queen: “drag” (ropa femenina) y “queen” (significa: reina como expresión eufemística por “puto”) son homosexuales que se visten con ropas de mujer.
La andromimetofilia es la parafilia recíproca de la ginemimetofilia. La excitación erótica y la facilitación y logro del orgasmo son relativas a, y dependientes a tener una pareja que siendo hembra de nacimiento, represente y se relacione eróticamente como un macho.
La ginemimetofilia tiene como parafilia recíproca la andromimetofilia. Es la excitación erótica y la facilitación y logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de tener una pareja que habiendo nacido hombre, representa y responde como una mujer a nivel erótico.
3) Bisexualidad
La bisexualidad es la atracción erótica hacia personas de ambos sexos. Puede quedar en el plano psíquico (ambierotismo) o plasmarse en la conducta manifiesta (anfisexualidad). Desde el punto de vista biológico en todos los seres dimorfos (machos y hembras) existe una bisexualidad potencial larvada o latente, es decir no hay ningún individuo que sea el 100% macho o hembra, todos tienen algún rasgo o elemento esbozado o tangible.
En general se habla de bisexualidad cuando un varón o una mujer puede responder a estímulos eróticos en proporción variable con personas de su propio sexo y del sexo opuesto. Cuando puede solicitar o responder a una oportunidad sexual en forma indistinta con uno u otro sexo sin prevalencia por uno de ellos se denomina ambisexual.
En la década del cuarenta el sociólogo y zoólogo A.Kinsey postuló a través de su famoso informe sexológico que la población adulta americana investigada (se descartó adolescentes y ancianos) el 50% era heterosexual exclusiva (0) y el 4% homosexual exclusiva (6), quedando una franja del 46% que presentaba conductas bisexuales en distintas proporciones estableciendo una escala que iba del 1 al 5.
4) Heterosexual
Existen conductas heterosexuales (también por supuesto homosexuales) que provocan cuestionamientos sociales como por ejemplo el incesto sobretodo cuando son producto de una conducta delictiva como es el abuso sexual.
El incesto (del latín: incëstum) es una relación sexual entre parientes cercanos (especialmente convivientes) del mismo o distinto sexo. Son los actos eróticos efectuados entre ascendientes y descendientes o entre los descendientes de la primera generación entre sí (fratrilagnia o con hermanos). Se las ha clasificado como de primer grado a la relación entre progenitores con hijos (matrilagnia) o hijas (patrilagnia), o entre hermanos con hermanas. Los de segundo grado son los que efectúan tíos con sobrinas o sobrinos con tías., y entre primos, hijos de hermanos. Los de tercer grado se constituyen entre parientes mas alejados. La mayoría de las legislaciones prohíbe el matrimonio entre parientes de primer grado y algunas permiten las uniones de segundo grado.
Otras variantes sexuales respecto al modo de obtener placer erótico tienen que ver las manifestaciones respecto a la edad del partenaire.
Se dicen que son manifestaciones infantiles sexuales cuando son realizadas por niños que se erotizan y ejercen precozmente la genitalidad (alrededor de la segunda infancia), es decir a una edad en que no se encuentra lo suficientemente desarrollado desde el punto de vista biológico, como consecuencia habitual a trastornos orgánicos, por lo general hipotalámicos-hipofisarios que desarrollan precozmente la genitalidad (vulgarmente llamados “Jaimitos”).
A las formas infantiles se oponen las manifestaciones seniles, es decir cuando las expresiones sexuales, de características por lo general anárquicas, y a veces delictivas. aparecen en los ancianos que suelen padecer trastornos orgánicos cerebrales de características involutivas o demenciales.
Existen también las denominadas paradojas sexuales, es decir las manifestaciones erótico-sexuales entre personas de distintas generaciones (cronofilia). Se observa con cierta frecuencia la paidofilia o pedofilia, el Lolismo, la Efebofilia y la gerontofilia.
La paidofilia o pedofilia es la actividad sexual con niños (del griego pais, paidos, niño). Es una de las pocas conductas sexuales consideradas delictivas, porque puede generar un daño o psicotrauma en su formación y desarrollo sexual. Los pedófilos suelen ser predominantemente varones y frecuentemente ancianos aunque no se descarta esta inclinación sexo-amorosa en las mujeres, y las víctimas tanto niños como niñas. Cuando se utiliza al o la menor como objeto pasivo de una cópula anal se denomina pedicación.
El lolismo es la preferencia sexoerótica de varones maduros por adolescentes (niñas en su despertar puberal). El término se popularizó por la novela de Novikov “Lolita”. Se llama también hebefilia.
Se denomina corofilia (Hirschfeld) la inclinación de ciertas lesbianas maduras por niñas impúberes.
La Efebofilia es la atracción sexual de una persona madura hacia adolescentes varones de 13 a 18 años.
La gerontofilia, es la atracción sexual de un varón joven por una mujer anciana (graofilia o anililagnia) o la de una joven por un anciano. Puede ser una atracción sexoerótica hétero u homosexual. En la auténtica inclinación sexual por las personas ancianas debe deslindarse otras motivaciones como por ejemplo las económicas.
En cuanto al que respecta al objeto se describen:
1) Objetos vivientes
Se observan conductas sexuales con vegetales, animales y seres humanos:
Se denomina dendrofilia, la afinidad erótica de los seres humanos por objetos vivientes del reino vegetal. Hirschfeld habla del amor obsesivo por los árboles (símbolo fálico). La vista o el contacto con árboles provoca la tumescencia (Pellegrini). Se denomina también dendroerotofilia al interés erótico sobre todo por las plantas. Es frecuente la atracción por enredaderas.
Se entiende por zoofilia (H. Ellis) (también llamado bestialismo o animalismo) la atracción erótica por animales, sobretodo perros y ovejas. Erróneamente algunos la consideran como sinónimo de sodomía. Algunos individuos se excitan sexualmente o gozan con el sólo acariciar a los animales. También puede ser considerada en algunas ocasiones, como una forma de mixoscopia, el sujeto que goza o se excita viendo copular a los animales. Cuando el sujeto trata realizar actos sexuales concretos en forma activa o pasiva se denomina zooerastia (Kraft-Ebing). Cuando lo que provoca el placer es una actitud brutal o sádica con los animales se denomina a esas manifestaciones zoolagnia.
La formicofilia (del latín, formica, hormiga) consiste en hacer reptar insectos sobre los genitales La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del contacto con caracoles, ranas, hormigas u otros insectos que se deslizan, arrastran o mordisquean las partes genitales, el área perineal y los pezones. En el caso específico del juego sexual con arañas se denomina aracnofilia.
En algunas ocasiones se trata de aves, así la avisodomia: es la relación que se establece con aves como los patos o gallinas.
Cuando la atracción sexual se expresa a través de la elección objetal de un partenaire humano como forma de obtener placer, a esta exploración visual se lo denomina genéricamente inspeccionismo o pornoscopia. Si se utiliza un medio de comunicación instrumental como por ejemplo el teléfono, se le denomina telefonismo. La descripción pormenorizada de esta conducta sexual se efectúa en las estesiopatías erótica-sexual al tratar la deformación de la actividad sexual (DAS).
2) Objetos inanimados
Se denomina fetiche al objeto que reemplaza a las personas como objeto primario del deseo sexual.
Se entiende por fetichismo o idolismo la necesidad de relacionarse con objetos para poder excitarse sexualmente.
Existen infinitos objetos que pueden provocan excitación erótica a los seres humanos. Se describirán los mas observados.
Los objetos fetichista se dividen en menores (parcialismo) y mayores (parafilia fetichista).
Cuando el individuo utiliza la visualización de partes vivas del cuerpo humano en forma predominante para poder excitarse (pies, manos, nalgas, pechos, etcétera) y luego generaliza la excitación a todo el cuerpo realizando con él la actividad erótica sexual, se denomina parcialismo, y configura una variante particular en el encuentro interpersonal o fetichismo menor.
En la parafilia fetichista propiamente dicha o fetichismo mayor puede usar las partes mencionadas para su excitación o utilizar objetos no vivos (ropa, cabellos, uñas, etcétera) para descargarse masturbatoriamente en forma solitaria. Entre los fetiches inanimados los hay duros (de caucho o cuero) y blandos (pieles, plumas, lencería).
Se entiende por trasvestismo o fetichismo trasvestista (Hirschfeld) o Eonismo (H. Ellis) a la utilización de ropas del sexo opuesto para lograr el placer sexual. Se lo denomina también transvestismo. H Ellis lo consideró como una inversión sexoestética. El caballero Chevalier D’Eon (1728-1810) usaba ropas femeninas para desempeñarse socialmente, de allí que también se conozca esta parafilia como D’Eonismo. Es también el caso de Edgar J Hoover (1895-1972) el director del FBI.
No se debe confundir con el travestismo homosexual masculino utilizado exclusivamente para ejercer la prostitución, en este caso la ropa femenina es un “uniforme de trabajo”. Tampoco tiene nada que ver con una persona disfrazada o representando un espectáculo (trasformismo).
El verdadero trasvestismo suele ser el oculto, sobretodo el gozar con la utilización de prendas del sexo contrario, especialmente intimas (trasvestofilia).
La trasvestofilia La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de vestir prendas, especialmente prendas interiores, del otro sexo.
Se entiende por trasgenerismo, (transgender, en inglés). A la persona que vive tiempo completo como alguien correspondiente al sexo opuesto al que le corresponde biológicamente. No solo visten ropas del otro sexo sino que se han realizado transformaciones corporales (menos de los genitales) como la depilación eléctrica, siliconas en las mamas, ingestión de hormonas femeninas, etcétera.
Existe también un fetichismo con objetos particularmente especiales. Otros objetos utilizados son: zapatos de tacón, medias, trenzas, etcétera.
La altocalcifilia: atracción fetichista por los tacos altos.
La hifefilia es la excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes a tocar, rozar, o sentir la piel, el pelo, el cuero, y el tejido de la ropa de la pareja especialmente si es usado en la proximidad de las principales partes eróticas del cuerpo.
En la morfofilia una de las partes del cuerpo de la pareja es la fuente de placer para la excitación, por ejemplo: un lunar. Consiste en una o más de las características del cuerpo de la pareja es particularizada, prominentemente, o esencialmente como un prerrequisito de la excitación erótica y de la facilitación y logro del orgasmo.
El cohabitacionismo es el convivir con objetos que lo exciten eróticamente (almohada, muñeca., etcétera)
La belonefilia: es la excitación sexual producida por el uso de agujas.
La actirastia: es la excitación sexual consecutiva a la exposición a los rayos solares.
3) El objeto erótico bajo ciertas condiciones y circunstancias
En este capítulo se agrupan las secreciones o humores, problemas físicos especiales, circunstancias especiales y la erotización a través de expresiones orales o escritas
Dentro de las secreciones o humores se pueden observar:
La menstruofilia o menofilia se caracteriza por hecho de que el objeto erótico es que la mujer esté menstruando.
La espermatofagia es la excitación por la ingestión de semen ya depositado en la vagina.
El ptialinismo es el placer en absorber la saliva de su partenaire.
La sudorofilia es la atracción por el sudor de su pareja.
El vampirismo es la excitación sexual proveniente de la succión o visión de la sangre. Es una forma de sadismo ya que estos individuos chupan la sangre de las heridas que ocasionan a sus victimas en su arrebato sexual.
Proviene del término serbio “vampir” y adquirió difusión con la historia de un noble rumano, Vlad Tepes era su nombre, y vivió en Transilvania a mediados del siglo XV y era señor de uno de los principados moldavos que existían en esa época. En 1456 empaló a 600 sajones y su salvajismo fue en aumento durante su lucha contra los turcos demostrando una extraordinaria crueldad con sus enemigos. Se dice que, ya muerto este vampiro, salía de la tumba de noche para chupar la sangre de sus víctimas hasta el amanecer dejando muy débil a sus víctimas sin dolor ni otra sensación. Todo parece indicar que Bram Stoker tomó estos datos de el Museo Británico para darle vida a su personaje y marcar las características de su personaje “El Conde Drácula”.
Por extensión se habla de una mujer vamp (vampiresa) a la que enamora a los varones y los “desangra” en lo físico y lo económico.
Cuando la excitación es producto de problemas físicas especiales tenemos:
El acomoclitismo es sentir excitación sexual por la observación de genitales lampiños o depilados.
La amelotasis: es la atracción sexual por la visión de un miembro amputado. Cuando se tiene las fantasías de tener relaciones con personas con un miembro amputado, ya sea un brazo una pierna o un dedo se denomina acrotomofilia En general la excitación erótica sexual y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de que la pareja esté amputada. Su excitación erótica es proporcionada por el muñón (es) de la pareja amputada.
La parafilia recíproca se denomina apotenmofilia, que es la excitación por la idea de ser amputado.
La abasiofilia: es la atracción erótica por tener una partenaire coja, y la amaurofilia: es la preferencia por una pareja ciega y la dismorfofilia es la atracción por personas deformadas.
La astenolagnia es la atracción por la humillación o la debilidad sexual.
La anastimafilia: es la atracción por personas de altura muy diferente a la propia
La alotriorastia: es la atracción sexual por las personas de otra raza.
La estigmatofilia: aquí los deseos sexuales son despertados por tatuajes, cicatrices o perforaciones en el cuerpo de la pareja. La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de tener una pareja que posea un tatuaje, una cicatriz, o perforaciones en el cuerpo por el uso de joyería de oro, especialmente en la región genital.
La frenasticofilia es la excitación sexual que producen a ciertos individuos el tener actividad sexual con personas débiles o retrasadas mentales.
La ginecofilia es la erotización por mujeres con rasgos físicos muy desarrollados (mamas desproporcionadas, nalgas prominentes, etcétera).
La hirsutofilia es la atracción erótica por la parte del cuerpo que tenga vello tupido.
Cuando el erotismo es consecuencia de circunstancias especiales encontramos:
La knismolagnia excitación sexual producida por las cosquillas.
La quinunolagnia (Sollier y Courbon) o fobofilia (J Roux) es la voluptuosidad en el peligro. El individuo se excita sexualmente y tiene el orgasmo cuando realiza el coito en una situación peligrosa o comprometida.
La agrexofilia: consiste en la excitación sexual que proviene de saber que es observado teniendo relaciones sexuales o que alguien sabe que lo está realizando. En cambio la alopelia: es el experimentar un orgasmo viendo a otros teniendo una relación sexual.
La agorafilia: consiste en la excitación de realizar el coito en lugares públicos.
La amomaxia: es la atracción erótica por realizar el coito en un auto estacionado.
La albutofilia: es la excitación sexual proveniente de encontrarse en contacto con el agua.
La alveofilia: es la atracción sexual por tener relaciones en una bañera.
La amiquesis: es la necesidad erótica de rascar a la pareja durante el coito.
Cuando la erotización se logra a través de expresiones orales o escritas se tiene:
La grafofilia del griego grafo: descripción o dibujo, y filos: amor o atracción, es el extraño amor platónico hacia las mujeres descriptas o dibujadas de acuerdo a su atracción sexual particular. Las mujeres no están exentas.
La logofilia, es la expresión comportamental de la sexualidad de la que se gusta leer.
La iconofilia pasiva es la expresión comportamental de la sexualidad en la que se obtiene placer en ver la representación gráfica de dibujos, figuras o fotos. Se llama también iconolagnia (Sirlin). Cuando el placer erótico se encuentra en el posar o ser dibujado o fotografiado se llama iconofilia activa.
El grafoerotismo es la excitación erótica por intercambio de cartas.
La coprografía (los llamados grafitti) es la excitación sexual por escribir o hacer dibujos sexuales en lugares públicos como los mingitorios.
La coprofemia es la excitación proveniente de decir obscenidades en público.
La escatofilia telefónica sólo se establece por medio de llamadas telefónicas, las cuales pueden ser a personas conocidas o no, en este caso no se trata de llamadas eróticas, más bien son del tipo amenazante o insultante. La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de ser astuto y engañar o amenazar a la persona que se llama, conocida o desconocida, estableciendo una explícita y personal conversación erótica con palabras vulgares. Se denomina erotofonofilia a las llamadas eróticas anónimas.
La narratofilia es la excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de utilizar palabras o contar historias calificadas comúnmente como sucias, pornográficas u obscenas en presencia de la pareja.
La pictofilia es la excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de ver fotografías, películas o videos de actividades comúnmente tachadas como sucias, pornográficas u obscenas, sólo o en presencia de la pareja.
La erotolalia es la capacidad de excitarse hablando del sexo sin la práctica concreta. La erotofobia es el desagrado por todo lo sexual.
4) Erotización con objetos extravagantes
Se pueden describir: excrementos, cadáveres, suciedad, romper ropas, etcétera.
Los excrementos (escatofilia) como la materia fecal (coprolagnia). El uso de este excremento en la práctica sexual ya sea observando como defeca otra persona o untándose con ella sobre el cuerpo (coprofilia). Cuando se utiliza la orina en la practica sexual se denomina urolagnia, ya sea observando a otra persona orinar (ondinismo) u orinando a su partenaire o siendo orinado por él (urofilia). Como dijimos si se degusta la materia fecal se denomina coprofagía o se bebe la orina se denomina urodipsia.
Para que la escatofilia sea una parafilia, debe ser la forma exclusiva de excitación sexual.
Se denomina flatofilia a la excitación sexual por los flatos emitidos por el partenaire.
Se entiende por necrofilia en general la actividad sexual con un cadáver.
Cuando se cópula con un cadáver se denomina necrostrupatio (Hirschfeld) como forma de necrofilia si ya estaba muerto antes de la cópula o puede ser una circunstancial situación del asesino de una mujer (necrosadismo), sobre todo si luego se mutila el cadáver. Si el placer morboso es sólo la contemplación de los cadáveres se denomina necromanía. Se cita al escritor Axel Munthe entre quienes la padecieron.
Se llama misofilia o amor sucio (Stekel) el masticar, oler o realizar otra acción con ropa sucia o productos relativos a la higiene menstrual, por ejemplo, tampones usados (hemotigolagnia), como forma de obtener de la excitación sexual. Cuando la atracción es de ser ensuciado o corrompido se denomina automisofilia.
La clastomanía es el impulso de romper las ropas, sobre todo las intimas del partenaire durante los encuentros sexuales. Es un equivalente sádico. Cuando sólo se la daña o ensucia se denomina saliromanía.
5) Erotización con la intervención de ciertos instrumentos (mecanoerotismo)
El mecanoerotismo es la excitación mediante vibradores, consoladores, etcétera.
Así se observan: por ejemplo la clismafilia, que es el placer erótico a través de la utilización de enemas.
La utilización erótica de un pene artificial. (olisbo o consolador) es una práctica que se emplea desde la antigüedad para suplir situaciones de impotencia, para prácticas autoeróticas o lésbicas o en ceremonias de culto fálico.
Si están provistos de energía a pila se los denomina vibrador. Otros instrumentos supletorios de la actividad sexual suelen ser los maniquíes y las muñecas inflables.
El androidismo: es la excitación sexual obtenida con muñecos o robot con aspecto humano.
El pigmalionismo proviene del el escultor Pigmalión de Chipre, artista que no gustaba de las mujeres porque consideraba que eran imperfectas. Y tan convencido estaba, que decidió no casarse nunca y pasar el resto de su vida sin compañía femenina. Pero, no soportando la completa soledad, esculpió una estatua de marfil (que llamó Galatea) tan bella y perfecta como ninguna mujer verdadera podía serlo. Y de tanto admirar su propia obra acabó enamorándose de ella. Le llegó a comprar los las más bellas ropas, joyas y flores. Todos lo días pasaba horas contemplándola y, de vez en cuando, besaba tiernamente los labios fríos e inmóviles, de allí que también se denomine a esta atracción sexual monumentofilia o galateismo. Entonces, el frío mármol comenzó a ponerse tibio, a ablandarse, a abrir los ojos y se convirtió, ante los ojos de su creador, en una bella mujer de carne y hueso que se enamoró perdidamente de su creador. Si atendemos a la definición de agalma, como rasgo u objeto que adorna o que se ofrece, que circula o queda inmóvil, se llama también agalmatofilia a la atracción sexual por estatuas o maniquíes desnudos. La pediofilia es la atracción por las muñecas “dame de voyage”.
6) Con desarreglos en la elección o la imaginación del partenaire
En este grupo aparecen las formas mas diversas de elegir o imaginar al partenaire en su excitación erótica.
a) Con cambios en la propia imagen sexual. Así se observan:
La alorgasmia es la posibilidad de excitarse durante el coito con su pareja imaginando tener relación con otra persona.
La candalagnia o candaulismo: es el placer en ver a la pareja propia copulando con otra.
La antigenia es la capacidad de excitarse haciendo como si se fuera del otro sexo.
En ocasiones se observa sobre todo en personas muy reprimidas el tener actividad sexual portando el Chemise cagoule, un camisón grueso con un agujero para el pene. Durante la edad media la Iglesia recomendaba llevar por la noche una chemise cagoule una larga bata de dormir con un orificio estratégicamente situado en la zona genital.
La ecdiosis es la excitación producida por el hecho de desnudarse ante desconocidos.
La Iatronudia es la excitación por desnudarse frente al médico fingiendo una dolencia.
La maieusiofilia atracción sexual por una mujer embarazada.
La drogofilia es la necesidad de consumir alguna droga con su partenaire para excitarse eróticamente.
La somnofilia es el gozo en acariciar o realizar sexo oral a una persona dormida hasta despertarla “síndrome de la bella durmiente”.
El Infantilismo parafílico es sinónimo de autonepiofilia. Es una parafilia marcada por el deseo inconsciente de regresar a la etapa infantil, el individuo desea ser tratado como un bebé por su pareja, inclusive usando vestuario, para poder llegar al orgasmo.La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de la representación de un infante y de ser tratado como tal por su pareja.
La nepiofilia. La excitación erótica y la facilitación y logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de poder relacionarse con un infante. Parafilia recíproca: autonepiofilia.
El juvenilismo parafílico: consiste en el deseo sexual que surge del comportamiento de la pareja como si estuviera en su etapa juvenil y ser tratada como tal por su pareja. La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de la representación de la etapa juvenil del desarrollo y de ser tratado como tal por su pareja.
El adolescentrismo: es la atracción erótica que provoca el vestirse o actuar como un adolescente.
La zoomimia es la atracción erótica en comportarse remedando un animal.
b) Con contenido agresivo o predatorio. Aquí se observan:
El vampirismo ya descrito en las erotización con secreciones y humores.
La ungulación es la utilización de las uñas en la espalda o el pecho del partenaire hasta provocar dolor o heridas, sobre todo durante el coito.
La inserción braquio rectal o braquiovaginal es la erotización en penetrar con el brazo al partenaire rectal o vaginalmente.
La violación es la penetración peniana, sin consentimiento de la víctima, en la vagina, el recto o la boca. Ver delitos sexuales.
La simforofilia La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de representar y manejar la posibilidad de un desastre, tal como una conflagración o accidente de tráfico, y observar qué sucede.
Se configura el Síndrome de Estocolmo, cuando la víctima de un secuestro siente atracción sexual por su secuestrador.
La asfixiofilia: son los deseos sexuales que se despiertan por la fantasía de ser estrangulado(a) y llegar a la asfixia. Es la estrangulación erótica de la pareja con su consentimiento sin matarla para aumentar su gozo,si lo realiza consigo mismo se denomina autoasfixiofilia.
La hipoxifilia es el tipo de parafilia que consiste en intentar intensificar el estímulo sexual por medio de la deprivación de oxigeno, sea a través de la utilización de una bolsa de plástico donde se introduce la cabeza o de alguna técnica de estrangulamiento. En los Estados Unidos entre 500 a mil personas mueren accidentalmente por año víctimas de esta práctica.
La muerte autoerótica es la muerte por asfixia producto del autoestrangulamiento, o autoelectrucutamiento como parte de un ritual masturbatorio parafílico.
La hibristofilia: es la excitación sexual que origina en algunas personas el saber que la pareja ha cometido un crimen. (violación o asesinato). Se denomina el síndrome de Bonnie and Clyde pareja de criminales gángsters cuyo amor era para delinquir.
En la autoasesinofilia la persona fantasea con ser asesinado de manera salvaje para poder llegar al orgasmo.
La Erotofonofilia es sinónimo de asesinato pasional. La parafilia recíproca es la autoasesinofilia. Aquí la excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de la posibilidad de ser el responsable de la muerte de un confiado compañero sexual. El orgasmo coincide con la muerte de la pareja.
En la biastofilia: la base de la excitación, consiste el asalto violento a una persona aterrorizada y desconocida. Es sinónimo de raptofilia. La excitación erótica y la facilitación y logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de atacar sorpresivamente y asaltar violentamente a una aterrorizada persona desconocida.
La crematistofilia: consiste en pagar por el servicio de ser asaltado al tener sexo y constituye la base para que el orgasmo pueda succeder.
La kleptolagnia: es el hecho de tener que robar para lograr el deseo erótico. Es sinónimo de kleptofilia es decir, la excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de entrar y robar ilícitamente la morada de un desconocido o pareja potencial.
7) De realización grupal:
Se describen:
La biandria o bivirismo: relación sexual en la que intervienen una mujer y dos hombres. Cuando el placer consiste en tener relaciones de a tres se conoce como “ménage a trois”.
El triolismo del Francés, trois, tres. Es la excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de observar a la propia pareja en alquiler o préstamo con una tercera persona mientras realizan actividades sexuales incluyendo coito. Preferencia y simple circunstancia de formar un trío erótico. Cohabitación y práctica libidinal conjunta de tres personas. Lo mas frecuente es la participación de un varón con dos mujeres, en que coincide la tendencia poligínica varonil con la lésbica y /o masoquista femenina. Otro trío no excepcional es el formado por una pareja heterosexual con un “colaborador” anfierótico, realizando una “partuza”, palabra argótica sinónimo de cama redonda y orgía.
También se puede observar conductas parafílicas en grupo como por ejemplo el sadismo grupal, así como ciertas agresiones sexuales como se observa en la violación en grupo.
8) Con significación penal o mercantil
En este grupo aparecen todas las actividades sexuales relacionadas con los delitos o trasgresiones a normas penales o las que tienen vinculación con contraprestaciones lucrosas.
La pornofilia (del griego “porno”, ramera y “philos”, amante) es la atracción especial por lo relacionado con la prostitución y simpatía hacia sus profesionales. Frecuentarlas, por preferir cohabitar con ellas es pornoerotofilia o pornolagnia, y si ello es obsesivo, pornoerotomanía. Obsérvese el pluralismo inconfesado que hay tras estas conductas sexuales.
Los delitos sexuales presentan jurídicamente un nuevo encuadramiento con que la ley 25.087 sancionada el 14/04/99, promulgada el 07/05/99 y publicada en el B.O. el 14/05/99, conceptualiza el título III del CPA, tiene como base que el bien jurídico tutelado, a partir de esta reforma, es la integridad sexual de las personas, independientemente de cualquier otra consideración y partiendo de un concepto más amplio.
La nueva legislación incluye varios delitos sexuales de origen casuístico, con un ordenamiento nuevo, protegiendo la totalidad o integridad de la persona y sus derechos sexuales, su derecho individual a disponer de su persona y de su sexualidad.
En consecuencia, la nueva ley le brinda tutela a la “integridad sexual” y se caracteriza por el derecho de las personas a tener capacidad para expresarse válidamente, a tener un libre y consciente trato sexual o a no tenerlo contra su voluntad, y a la intangibilidad sexual de quienes, por ser menores de ciertas edades o incapaces, no pueden manifestar válidamente su consentimiento.
En el nuevo encuadre jurídico se pueden observar delitos:
Contra la reserva sexual:
a) Abuso sexual (Art. 119, párrafo 1º).
b) Abuso sexual que implique un sometimiento gravemente ultrajante para la víctima, por su duración o por las circunstancias de su consumación (Art. 119, párrafo 2º).
c) Abuso sexual con acceso carnal (Art. 119, párrafo 3º).
d) Abuso sexual con aprovechamiento de la inmadurez de la víctima (Art. 120).
e) El rapto (Art.130).
Contra la normalidad y rectitud del trato sexual:
a) Promoción y facilitación de la corrupción de menores (Art.125: menores de 18 años, párrafo 1º, y de menores de 13 años, párrafo 2º).
b) Promoción y facilitación de la prostitución (Art. 125 bis: menores de 18 años, párrafo 1º y de menores de 13 años, párrafo 2º).
c) Proxenetismo (Art. 126).
Contra la moralidad sexual:
a) Rufianería (Art. 127).
b) Trata de personas menores de 18 años para ejerzan la prostitución, con sus agravantes, (Art.127 bis).
c)Trata de personas mayores de edad (Art. 127 ter).
d) Producción, publicación y distribución de imágenes pornográficas en menores de 18 años (Art. 128 párrafos 1º y 2º).
e) Facilitación del acceso de menores de 14 años a espectáculos pornográficos y suministro de material de ese carácter (Art. 128,párrafo 3º).
f) Exhibiciones obscenas (Art. 129).
II) De la configuración de la actividad sexual (CAS).
Se caracterizan por la distorsión de las conductas de galanteo en cuanto al coito convencional y se describen:
1) El onanismo es un término teológico para la anticoncepción. En el libro de Génesis menciona a Onán, que dice la Biblia fue castigado por interrumpir los coitos, “derramando la simiente en la tierra”, para no fecundar a la esposa de su hermano, que había fallecido sin dejar descendencia. Por la ley del levirato debía fecundarla para que el hermano muerto “tuviese hijos”. Por lo tanto es sinónimo de coito interrumpido, es decir, que onanía es la interrupción del coito para que la eyaculación sea extravaginal, no fecundante. Por lo tanto, no es sinónimo de masturbación.
El coito interrumpido no se debe confundir con las técnicas de continencia eyaculatoria. Las técnicas de continencia masculina se conocen desde hacen muchos siglos en las culturas orientales y en la literatura hindú, el método recibe el nombre de Karezza, y es una característica de las practicas sexuales tántricas en China e India, los ritos sexuales de las sectas tántricas no están destinados a aumentar el placer orgásmico sexual, sino que se las emplea para equilibrar el Yin, energía femenina, y el Yang, cualidad masculina, a fin de avanzar en el camino del esclarecimiento espiritual.
Se denomina sexo tántrico el que busca mas el aprovechamiento de la excitación erótica que la realización del coito mismo, por lo que éste es interrumpido numerosas veces con el objeto de encontrar placer en el estado de excitación en sí o en otras caricias. El tantrismo pone su preocupación fundamental en el goce de la mujer. El sexo tántrico es otra dimensión de las relaciones sexuales. Es la búsqueda y el perfeccionamiento de los sentidos. Es una manera espontánea, libre, desinhibida e íntima de hacer el amor que permite alcanzar cotas inimaginables de placer, aunque nunca de forma rápida.
De manera que el coito carezza o karezza es una forma de coito que se realiza alternando movimientos lentos e inmovilidad posterior, evitándose el orgasmo. Busca espiritualizar la relación genital. El nombre fue propuesto por Alice Stockman en su libro “Karezza” (1925). Con anterioridad fue propiciado por teólogo radical y pastor norteamericano John Humphrey Noyes que fundó la comunidad de Oneida en Nueva York en torno a 1848, predicando que el varón retire el pene una o varias veces sin eyacular, no para hacerlo fuera de la vagina, sino para llegar a dar a la mujer satisfacción y guardarse él la posibilidad de efectuar otros coitos con la misma o con otra compañera. Se diferencia del coito reservado, en que el varón evita eyacular por control del esfínter del uretra posterior sin retirar el pene de la vagina mientras su compañera tiene multiorgasmos. Es usado por los profesionales prostitutos.
Se denomina coito sexosónico aquel en el varón para evitar la fecundación comprime fuertemente la parte perineal de la uretra antes de la eyaculación y durante ella, haciendo que el semen tome camino de la vejiga urinaria (retroeyaculación), método muy inseguro.
2) Se entiende por oralismo (sexo in ore) la utilización de la boca en la actividad sexual en sustitución del coito. Se denomina también lambitus (Hirschfeld) como sinónimo de lamedor. Por lo tanto se designa a quienes practican el penilinguo, el cunilinguo y el anilinguo.
Se llama penilinguo la estimulación del pene por un o una partenaire que lo hace con la lengua, labios o por su succión. Se lo denomina también cópula per os y se distingue la felación del irrumatio. De denomina felacio (del latín fellatio) a la estimulación peneana a través del beso labial o la lamida lingual sin llegar a la eyaculación. Cuando se realiza la succión del pene concluyendo con la eyaculación en la boca se denomina irrumatio (del latín irrumare, dar el pecho).
Se llama cunilinguo (del latín cunni, vulva) es la lamida erótica sobre la vulva y regiones vecinas de una mujer realizada con la boca del o de la partenaire. Forma parte del muy extendido orogenitalismo.
Se llama anilinguo el acariciar con la lengua el ano del o de la partenaire. Para muchos esta practica está asociada a la coprofilia..
3) El analismo es la concentración erótica en la región anal. Es toda actividad sexual en la que se prioriza la excitación sexual a través del ano. Esta puede ser autosexual, homosexual o heterosexual.
4) El uretralismo es la concentración erótica en la región uretral, por lo general de carácter instrumental. Puede ser autosexual, homosexual o heterosexual.
5) El penealismo comprende la utilización del pene como medio erótico para realización de actividades copulares (pseudo coitos) en diferentes regiones del cuerpo. Así se describen:
El axilismo es el usar esta zona para un pseudo coito. Sorprendentemente, un 10% de las mujeres lo considera una de las zonas más erógenas de su cuerpo. El “rincón del placer”, lo llamó Baudelaire.
La cópula interfemora o intra nates, forma parte de los pseudo coitos. Es el juego peneano entre los muslos de la pareja hétero u homosexual.
La cópula vestibular o narvasadata forma parte de los seudo coitos. Es el juego peneano en el vestíbulo vulvar.
La cópula intermamas o mazofalacia (coitus a mammilla) es el con las mamas de la mujer tomadas por ella o por él, se aprisiona, penetra o frota el pene entre ellas para el juego erótico, forma parte de los seudo coitos.
La cópula internalgas o pigofilia es el juego peneano de frotamiento entre los muslos de la pareja hétero u homosexual.
6) Se denomina petting (voz angloamericana to pet: acariciar) a las caricias y fricciones que la pareja se hace mutuamente, sin sacarse la ropa para obtener orgasmo. En nuestro país se utiliza el término lunfardo “franelear”. También existe la práctica del necking (neck = nuca), en la que se tocan, muerden, chupan y pellizcan, pero sólo de la cintura para arriba.
7) A nivel humano es interesante hacer referencia a las estesiopatías sexuales, es decir las perturbaciones sexuales que tienen como centro de interés erótico los sentidos. La estesiología erótica es el conocimiento sistemático y valorizado de los distintos sentidos y en qué grado son afectados eróticamente por los distintos estímulos.(estesiofilias). Se distinguen:
Cuando se utiliza el sentido visual para el logro de la excitación erótica se denomina genéricamente a esa practica inspeccionismo.
Al niño le gusta observar y curiosear lo relativo a lo sexual. Cuando es comportamiento se mantiene en el adulto es de una fenomenología tan marcadamente infantil que ratifica la teoría de la fijación en una situación infantil de observación sexual, como una inagotable curiosidad sexual. Los especialistas aseguran que, de una forma casi habitual, el mironismo se da en los individuos muy jóvenes, por ejemplo adolescentes tímidos, o en sujetos de edad madura que han sido excluidos de una vida sexual normal por algún problema personal.
Se denomina voyerismo o mironismo a la tendencia consistente en buscar el placer, de forma preferente o exclusiva, a través de la visión (“voyer” es ver, en francés) de actividades sexuales. Se utiliza para definir a un individuo que obtiene placer sexual observando, sin ser visto, a personas desnudas, que se están desnudando o que están realizando el acto sexual. La necesidad de observar como un tercero excluido la actividad coital de otros en forma oculta se denomina mixoscopia o escoptofilia, cuando se hace en forma abierta y consentida se denomina escopofllia.
Se lo denomina también escoptolagnia como la excitación provocada por observación de personas en el acto sexual. La escoptofilia es sinónimo de mixoscopia. La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de la observación de personas en actividades sexuales incluyendo el coito. La parafilia recíproca es la autogonistofilia, que es la excitación erótica consecutiva a la facilitación y el logro del orgasmo relativas a, y dependientes del hecho de ser observado, estar en escena, o ser filmado.
El voyerista lleva a cabo sus conductas de forma oculta y sin el consentimiento de sus víctimas. Hay una cierta dependencia en el riesgo de ser descubierto. La característica principal que lo define es que prefieren que nadie los vea espiando y que las personas observadas no lo sepan. Tres son los elementos clásicos que constituyen los componentes del placer del voyerista: lo secreto, el riesgo y no conocer al observado. La descripción común nos muestra a “mirones” provistos de potentes prismáticos, en la noche, tras una ventana, en una playa solitaria, parques, bosques, escondido o escondidas, esperando que aparezca su objeto erótico. También los hay menos programados y se instalan en baños, camarines, probadores, cerraduras. Ahora último lo que constituye un verdadero placer para estos sujetos son los sitios pornográficos en Internet.
Existen “clientes” voyeristas que pueden acceder a sus necesidades eróticas a través de ventanas o espejos disimulados o agujeros en la pared de hoteles prostíbulos, espectáculos de “peep show”, etcétera. Por otra parte, existen personas que solamente se excitan cuando saben (o creen) que son observados en su protagonismo erótico.
La pornoscopia sería la actividad estrechamente ligada a buscar el placer, de forma preferente o exclusiva, a través de la contemplación o lectura de material pornográfico (libros, grabados, cuadros, esculturas, películas, videos, etcétera). Uno de los puntos más turbios es la determinación de qué material es pornográfico, y cuál simplemente erótico. Un homosexual por ejemplo, puede tener excitaciones entreviendo penes en un urinario público (“pornoscopia evacuatoria”, según Pellegrini).
Cuando se utiliza el sentido auditivo para el logro de la excitación erótica se denomina genéricamente a esa practica escuchismo u otolagnia.
Este “inspeccionismo auditivo” (audioerotismo) que consiste en escuchar conversaciones íntimas, suspiros fornicatorios u otras formas de sonidos que excitan la fogosidad del desviado, por ejemplo: el intrigante sonido de los somieres del piso de arriba, o las voluptuosas exclamaciones de los vecinos de la habitación de un hotel (“el gozador de la pieza contigua de Stekel”). Cuando el interés pasa por el expresar, contar (erotolalia), o transmitir groserías por teléfono (escatofilia), o escucharlas (“hot line”) se denomina telefonismo.
Cuando se utiliza el sentido olfativo para el logro de la excitación erótica se denomina genéricamente a esa practica rinofilia.
Los olores pasan a ser el centro de atención y a través de ellos se consigue la excitación, su ausencia puede llegar a provocar la falta de orgasmo. Generalmente, se trata de un gusto desmentido por un tipo de perfume; en este sentido, se parece al fetichismo, puesto que con solo olerlo en cualquier persona se puede producir la excitación (olfatismo o barosmia).
También son placenteros los olores corporales, como la transpiración o los aromas propios de los genitales (olfatofilia).
Se denomina antolagnia la excitación por oler flores. Pero no siempre son agradables; en ocasiones, se siente placer por olores fétidos como excrementos o flatulencias (osmolagnia). La ozolagnia es el placer erótico en los olores fuertes.
Cuando el placer se obtiene a través del olor de la orina se denomina renifleurismo (Tardieu).
Cuando se utiliza el sentido gustativo para el logro de la excitación erótica se denomina genéricamente a esa practica lambitus (de lambere, pasar repetidamente la lengua como hacen los animales). El término lambitus (Hirschfeld) se utiliza para el lamedor del cuerpo humano con fines eróticos. También se lo utiliza para el que practica el cunilinguo, el clitorilingus, la felacio o el anilinguo.
El beso erótico (basoexia) es otra expresión gustativa que se asocia a la lengua y a los dientes (morder). Se observa desde el mero contacto labial superficial, a la introducción de la lengua en la boca entreabierta del partenaire (beso catagliótico o francés) y hasta el beso simultaneo bucovulvar y bucopenano (auparishtaka del Kama Sutra o vulgarmente “el 69”).
La odaxelagnia es la excitación sexual producida morder o ser mordido por su pareja.
Se denomina picacismo sexual (Eulenberg) a la introducción de alimentos en las distintas cavidades del cuerpo con el fin de ser extraídos por la boca de la pareja. También puede degustarse la materia fecal (coprofagia) o beberse la orina (urodipsia) La menofagia es la realización del cunilinguo cuando la mujer menstrua.
Cuando se utiliza el sentido del tacto para el logro de la excitación erótica se denomina genéricamente a esa practica haptolagnia.
La tribofilia es la expresión comportamental de la sexualidad en la que existe el gusto por tocar o acariciar a otra (s) persona (s) (frotismo activo). Cuando por lo contrario existe el gusto por recibir tocamientos o caricias de otra(s) persona(s) (frotismo pasivo).
En el froterismo (del francés froteur, de allí frouterismo) la persona obtiene placer erótico únicamente frotando sus genitales contra personas desconocidas, aprovechando lugares muy congestionados, como manifestaciones populares, ómnibus o colas de espera. Se habla de tocofilia cuando se comete el delito sexual de abuso sexual por tocamiento con las manos de los senos o los genitales de una mujer en forma anónima y circunstancial.
No se debe confundir el froterismo con los roces que utiliza una persona para seducir a otra (petting o “franeleo”).
Algunas mujeres suelen buscar encuentro por obra del azar; aceptan pasivamente el manoseo íntimo sin expresar jamás lo que sienten; ausencia de comunicación verbal; total anonimato entre los involucrados; con finalización súbita del encuentro subrepticio, sin hacer el intento de prolongar la relación más allá de ese instante ni propiciarla de nuevo.
El tocheurismo (del francés, toucher, tocar), es sinónimo de froteurismo (froterismo). La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de hecho de tocar subrepticiamente a un desconocido en una parte erótica del cuerpo, particularmente los pechos, las nalgas o el área genital de un desconocido de manera abrupta.
8) El exhibicionismo es la excitación erótica en la exhibición ilícita de una parte erótica del cuerpo, incluyendo el área genital, a un desconocido para la facilitación y el logro del orgasmo hecho que depende de provocar la sorpresa, el desmayo, el shock o pánico de la victima. La peodeiktofilia (del griego, peos, pene, deiknunain, mostrar) es la a excitación erótica en mostrar o exhibir a una desconocida en forma sorpresiva su pene flácido o erecto. La parafilia recíproca es el voyerismo.
9) La algolagnia es el placer erótico relacionado con el dolor o el sufrimiento. Puede ser activa (sadismo) o pasiva (masoquismo duololagnia).
El masoquismo: el nombre deriva de Leopold von Sacher-Masoch, 1836-1895. La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de ser la víctima de abuso, tortura, castigo, disciplina, humillación, obediencia y servidumbre por parte de su pareja. La parafilia recíproca es el sadismo.
El sadismo, el nombre deriva del Marqués de Sade 1740-1814 La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de ser la autoridad que abusa, tortura, castiga, disciplina, humilla, e impone obediencia y servidumbre. La parafilia recíproca es el masoquismo.
El bondage (esclavitud en inglés) es la práctica sadomasoquista en la que uno de los participantes permanece atado.
La dacrifilia o dacrilagnia: es el placer erótico en ver lagrimear a su pareja por alguna conducta del partenaire, forma menor o simbólica del sadismo.
10) Se denomina pluralismo sexual a la preferencia y a veces necesidad de algunos individuos por mas de una persona como simultanea o sucesiva compañía para el goce erótico ya sea heterosexual, homosexual o mixta.
La actividad sucesiva se caracteriza por la reiteración de formación y ruptura de parejas (divorcios múltiples).
La actividad simultanea es característica de la prostitución, la adicción sexual, las parejas swinger y el triolismo ya descrito en las relaciones grupales.
La prostitución es una actividad que exige como condiciones: una entrega sexo corporal como contraprestación lucrosa (determinada tarifa), con múltiples clientes, sin selección previa, ni interés erótico o amoroso personal. Dicha actividad admite prostitutas y prostitutos.
Las parejas swingers están formadas por gente que reconoce sus necesidades sexuales y en consentimiento mutuo deciden experimentar con nuevas posibilidades que le den diversidad y emoción su vida sexual. La pareja swinger ejerce una sexualidad honesta pues de manera compartida amplían sus experiencias sexuales sin engaño ni secretos. La palabra swinger tiene sus orígenes en los años 70 y desde hace algún tiempo el término le ha parecido peyorativo sobre todo a las personas de habla inglesa, por ello se acuño el término Life Style o Life Styler que pretende describir el acto del intercambio como un estilo de vida y no una moda o una patología.
La adicción sexual es una forma en que algunas personas “medican” sus sentimientos o lidian con sus preocupaciones, al grado tal que su comportamiento sexual se convierte en el mecanismo para trabajar las ansiedades de sus vidas. El individuo puede llegar a un punto en donde se le hace difícil el detener, por si mismo su comportamiento sexual (o práctica adictiva) por períodos prolongados. Es una persona que le dedica mucho tiempo a la búsqueda y al complacer sus comportamientos o fantasías sexuales, sin lograr poder calmar su ansiedad con la ejecución de la conducta erótica.
11) Las parafilias múltiples se observa en algunos desviados sexuales que no presentan un patrón de conducta erótico exclusivo con el cual calman su excitación sexual en forma prevalente, sino que su conducta parafílica es polimorfa pudiendo responder en forma indistinta a cualquier impulso erótico. Por lo general suele existir una escalada de la modalidad parafílica desde las más inocuas a las mas severas o extravagantes.
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