9) Reflexión final “adulta”
Después de la década del 60 las letras de los pocos tangos que se dedican a la problemática de la convivencia familiar han madurado adquieren una actitud que troca “lo emocional por lo racional” quizás bajo la influencias de las modernas psicoterapias.
Así por ejemplo Edmundo Rivero nos cantaba hasta antes de morir “Amablemente” una forma “moderna” de encarar los conflictos de pareja y cuenta la historia de un engañado que encontró a la mina en otros brazos diciendo:
Sin embargo canchero y sin cabrearse, le dijo al gavilán: “Puede relajarse. El hombre no es culpable en estos casos”, y al encontrarse solo con la mina pidió las zapatillas, y ya listo le dijo cual si nada hubiera visto: “cebame un par de mates, Catalina”. La mina, jaboneada, le hizo caso, y el varón, saboreándose un buen faso, le siguió chamuyando de pavadas. Y luego, besuqueándole la frente, con gran tranquilidad, amablemente … le fajó 34 puñaladas.
CHAN CHAN………….
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