Imprimir / PDF

6) Los hijos

6.1. Hijo presuntuoso que trate de esconder su origen humilde

Roberto Fontaina y Víctor Soliño en 1927 escriben “Niño bien” y dicen “Niño bien pretencioso y engrupido que tenés berretín de figurar. Niño bien que llevas dos apellidos y que usas de escritorio el Petit bar. Pelandrún que la vas de distinguido y siempre hablas de la estancia de papá, mientras tu viejo para ganarse el puchero todos los días sale a vender fainá”

6.2. El hijo descarriado vuelve a la familia

Enrique Cadícamo escribe en 1931 en la“ La casita de mis viejos” la historia de un hijo que deja el hogar y “vuelvo vencido a la casita de mis viejos, cada cosa es un recuerdo que se agita en mi memoria. Mis veinte abriles me llevaron lejos. ¡Locuras juveniles!¡ La falta de consejos!” Lo recibe un viejo criado que solo lo reconoce por la voz. Encuentra a la viejita enferma y presiente que lo perdona y pontifica: “Sólo una madre nos perdona en esta vida. ¡Es la única verdad! ¡Es mentira lo demás!”.

6.3. El hijo tuvo un accidente

Celedonio Flores 1933 escribe “Si se salva el pibe” donde el padre reprocha con resignación el descuido de la madre dejándolo jugar en la calle y clama “Me contó mi madre que todos los chicos tienen a su lado un ángel guardián. Si así fuera cierto, el buen muchachito por lindo y por santo se debe salvar” Si se salva el pibe vas a ver la farra que vamos a dar”.

6.4. El niño abandonado que trabaja en la calle para alimentar el hogar

En 1946 Elisardo Martinez Villa (Marvil) describe en “ Se lustra, Sr.” la historia de un lustrabotas que el padre abandonó el hogar y tuvo que salir a trabajar para mantener el hogar hasta enfermar de tuberculosis por el frío del invierno al intemperie. Dice:” Con sus ropitas viejas, curtido por el sol, la vida lo ha tratado con todo su rigor…Siempre en la misma esquina, voceando su pregón; ¡Señor! …aquí se lustra mejor que en el salón. Conozco su historia…y se de su valor; que cierto día el padre no regresó al hogar y que el sin decir nada se hizo aquel cajón, y que en su casa nunca les ha faltado el pan.”

6.5. El hijo que quiere triunfar jugando al fútbol

Reynaldo Yiso en 1945 recrea en “ El sueño del pibe “ ya esa época la fantasía colectiva de muchos niños que quieren aportar dinero a su hogar a través de triunfar jugando al fútbol profesional. Dice “ Mamita, mamita, se acercó gritando. La madre extrañada, dejó el piletón y el pibe le dijo riendo y llorando: El club me mandó hoy la citación” Mamita, querida, ganaré dinero, seré un triunfador, yo sé que me espera la consagración”

Desencanto por el fracaso existencial

6.7. Pierden el hijo y luego abandona a la mujer por otra

Enrique Dizeo y Carlos V Geroni Flores en 1928 escriben “Andate con la otra” donde se narra el abandono del hogar de un hombre luego de la pérdida de un hijo para ir con otra mujer. La abandonada con muestras de afecto lo entiende y lo alienta en la despedida. Le expresa: “ Andate con la otra, dejame con mi pena. ¡ Tus ojos me lo dicen lo que te pasa a vos! “ Se siente minusvalente y dice: ” Ella será más linda, ella será más buena…desde hoy en adelante no hay nada entre los dos.” Cumple con su obligación hasta el último momento “ Lleva- telo que es tuyo. Aquí tenés todo limpito, el traje, la camisa que acabo de planchar. Llevatelo todo, todo menos el retratito del pibe que hace un año tuvimos que llorar..” Como último estertor afectivo le dice: “¿Querés que prenda el fuego? ¿ Querés tomar un mate? Contento quiero verte, así, después, te vas.”

6.8. Los hijos del inmigrante que logró status

En 1930 en plena crisis social las personas que trataban de salir de la mishiadura sobretodo si eran mujeres y a través de algún matrimonio interesado eran ridiculizadas como en el tango “Tortazos” de Enrique P Maroni que dice: “Te conquistaron con plata y rajaste para adentro; las luces malas del centro te hicieron meter la pata” Luego sigue la descripción y el descrédito “ Nada te importó, che, ingrata, echaste todo a rodar; el afán de figurar enfermó tu alma de olvido y aura que tenés marido… ¡ las cosas que hay que aguantar!

El inmigrante que trabaja denodadamente en su oficio para hacer estudiar al hijo y éste luego cuando se casa con una mujer de la sociedad lo deja de lado por su bajo nivel social y cultural Es el caso de “Guiseppe el zapatero” Guillermo del Ciancio en 1930. “ Etique ,taque, tuque, se pasa todo el día, Guiseppe el zapatero, alegre remendón, masticando el toscano y haciendo economía pues quiere que su hijo estudie de doctor” ,luego acota “Don Guiseppe está contento, ha dejado la trincheta, el hijo se recibió y hace una semana el hijo se casó; la novia tiene estancia… “ y dicen los paisanos, vecinos de su tierra: Giuseppe tiene pena y la quiere ocultar”..

6.9. La hija que dio el mal paso

Horacio Sanguinetti y Carlos Viván escribieron en 1942 “ Moneda de Cobre” donde se habla de los amores de dos personas de distinta raza que tienen una hija mulata que por querer salir del lodo social se prostituye sin lograr salida “ Tu padre era rubio, borracho y malevo, tu madre era negra con labios malvón; mulata naciste con ojos de cielo y mota en el pelo de negro carbón. Creciste en el lodo de un barrio muy pobre, cumpliste veinte años en un cabaret, y ahora te llaman moneda de cobre, porque vieja y triste muy poco valés”