Contentidos
- 0.1 3.1 El amor
- 0.2 3.2 El abandono
- 0.3 3.2.1 El abandonado simplemente “dejado”
- 0.4 3.2.2 El abandonado que está solo y recuerda.
- 0.5 3.2.3 Un amigo recrimina al abandonado
- 0.6 3.2.4 El abandonado establece un diálogo mágico con un sendero
- 0.7 3.2.5 El abandonado que concurre al almacén como equivalente de un templo
- 0.8 3.2.6 El abandonado que generaliza la conducta de las mujeres
- 0.9 3.2.7 El abandonado al que le aparece el deseo de muerte
- 0.10 3.2.8 El abandonado asume una postura mística religiosa
- 0.11 3.2.9 Aparece el psicoanálisis
- 0.12 3.2.10 El abandonado presenta una reacción paranoide por resentimiento
- 0.13 3.2.11 El abandonador quiere olvidarla pero no puede
- 0.14 3.2.12 El que llega a robar para satisfacerla, pero ella igual lo abandonó
- 0.15 3.2.13 El abandono como liberación
- 1 3.3 .La traición
- 1.1 3.3.1 El traicionado que no perdona
- 1.2 3.3.2 El traicionado se promete castigo para la traidora, el rival, o ambos en una actitud activa de ir a buscarlos
- 1.3 3.3.3 El que se enamora de viejo y teme una traición
- 1.4 3.3.4 Primero le crea celos y luego lo traiciona
- 1.5 3.3.5 La mujer traicionada
- 1.6 3.4 Consecuencia de la traición
- 1.7 3.4.1 El conflictuado por sentirse inhibido de poder matar
- 1.8 3.5 La infidelidad
- 1.9 3.5.1 El matón “currado” por la mina que le da la “guita” al cafiolo
- 1.10 3.5.2 Se precave contra sí mismo frente a la autoridad
- 1.11 3.5.3 El homicidio sexual
- 1.12 3.5.4 El duelo criollo
- 1.13 3.5.5 Consecuencias del encierro carcelario
- 1.14 3.6 La mujer fatal
- 1.15 3.7 La dependencia maternal
- 1.16 3.8 La ruptura amorosa
- 1.17 3.8.1. La ruptura amorosa de la mujer
- 1.18 3.8.2 Vanos esfuerzos del varón para conservar la mujer
- 1.19 3.8.3 Varón ingenuo estafado
- 1.20 3.8 4 El arte de engañar de la mujer
- 1.21 3.9 La nostalgia del amor perdido
- 1.22 3.9.1.El recordar con nostalgias el tiempo
- 1.23 3.9.2 Recuerda y se emborracha
- 1.24 3.9.3 Despedida póstuma
- 1.25 3.9.4 La ve pasar y evoca con dolor
- 1.26 3.9.5 El que está solo y recuerda
- 1.27 3.9.6 Reencuentros decepcionantes
- 1.28 3.10. La mala vida del varón
- 1.29 3.11 Reflexión final “adulta”
3.1 El amor
Las relaciones entre el varón y la mujer en el tango han sido su alimento favorito. Es claro que cobran mayor interés poético y dramático cuando son estas relaciones conflictivas es decir , cuando suponen todo aquello inherente a la traición, el hastío, el olvido los consiguientes rencores, súplicas, arrepentimientos, odios, venganzas, crímenes diversos; solo algunas veces la felicidad, es en realidad infrecuente que el amor feliz sea una motivación muy atendida.
Hay pocas letras de tango dedicadas al amor feliz: “Noviecita mía” (A.Timarni) ”Prisionero”(F Garcia Gimenez) Dentro de ellas la inmensa mayoría la cantan al amor feliz pasado, lo que está hablando de caducidad y les pone una carga melancólica. Así “En voz baja”: “Entre la arboleda de las viejas quintas y en el miserable cine del arrabal yo besé tus manos y de amor temblando nos fuimos amando casi sin hablar”
El canto plañidero del tango apunta a las desavenencias del varón en su vínculo sexual con la mujer. Como consecuencia de ello pueden ocurrir diversas alternativas.
3.2 El abandono
Es uno de los temas predilectos del tango. Abandonar es dejar lo emprendido, relegar un proyecto común, interrumpir un clima que se coparticipaba, de manera enteramente unilateral. Es un hecho sorpresivo ,no existe un preaviso de ninguna índole.
Tal vez no habría que hablar del abandono sino del “abandonado”.Salvo excepciones, el interés no recae en la anécdota sino en la situación o la reacción del abandonado que es casi siempre, quien cuenta o comenta el hecho.
Las posibilidades en cuanto a la forma de darse los hechos y las actitudes con que se asumen o enfrentan han sido fijadas por el tango en una serie de motivos bien tipificados.
3.2.1 El abandonado simplemente “dejado”
Aquí no media traición, no se busca venganza, simplemente ella (lo habitual) o él (lo infrecuente) se va y el otro sufre.
El gran punto de partida del tango cantado “Mi noche triste” de Pascual Contursi y Samuel Castriota, (1917) es un ejemplo. La mujer lo abandona en ““lo mejor de su vida” dejándole el alma herida y espinas en el corazón” a pesar de”la quería, que era su alegría y su sueño abrazador”.Considera que no obtendrá consuelo y por tal razón bebe para encontrar gratificante olvido.
En la década del 10 al 20 el hombre con la bebida adquiere una postura filosófica, la de no hacer nada, la de estar pasivo y entregado, no aspira a la venganza reparadora, no intenta agredir, ni solicita explicación. Con la bebida se fuga de la realidad, en una huída fugaz que lo retornará cruel luego de pasados los efectos etílicos.
El valor y el coraje también serán adquiridos bajo el efecto del alcohol. Por supuesto la espera “dejando la puerta abierta” para hacerse la ilusión de su retorno.
Luego ante la inactividad del ser (el abandonado), la cosa (el no-ser) cobra vitalidad y exhibe una bronca que adquiere animación, voluntad y acción. Así el cotorro participa de una integración absoluta con el ocupante, se encuentra“desarreglado, triste y abandonado” así como los objetos faltantes en el hogar “no se encuentran los frasquitos, con moñitos todos del mismo color” y lo que queda, la catrera se”pone cabrera “(se angustia) y “el espejo está empañado y hasta parece que ha llorado”, la guitarra está muda y la lámpara se ha negado a dar luz. Es decir el personaje está quieto y soporta, y los objetos se hacen cargo de la situación angustiosa y se pronuncian.
Si seguimos con P. Contursi (1924) en “La cumparsita “ un total abandonado (no sólo por la mujer) recuerda y manifiesta lo que siente,”piensa en voz alta” y evoca que luego de prolongada soledad sigue conservando idénticos sentimientos hacia ella, “conserva aquel cariño que tuve para ti”,”siente angustias en su pecho”, la considera “pedazo de su vida” y por cuanto lugar transita,”la busca por todas partes sin poderla hallar” para desgracia los amigos dejaron de visitarlo (quienes lo consolaban) ,el sol no asoma por la ventana y para colmo “el perrito compañero que por su ausencia no comía, también lo dejó”
Quizás la asociación con el poeta Enrique P. Maroni ha hecho que en este tango no aparezca el alcohol ni la contraprestación lucrosa de cosas materiales a cambio de amor, pero sí la presencia de sentimientos egoístas corporizados en los “amigos y el perrito”
3.2.2 El abandonado que está solo y recuerda.
Así Celedonio Flores en “Mano a mano” recrea al hombre abandonado que se encuentra solo y recuerda “que en su pobre vida paria “ la mina había sido “ una buena mujer” que como buen macho le enseñó amar a tal punto que el amor que obtuvo con él “la mujer nunca más tendrá” Con el tiempo ya ha dejado la “casa de pensión”…”ahora es una bacana”,vive con magnates en relaciones inauténtica posee dinero y lo dilapida “los morlacos del otario, los tira a la marchanta” Posteriormente le augura con resentimiento y celos “triunfos pasajeros” y cuando la vejez la alcance, él, manteniéndose fiel a sus principios,”será su amigo y se jugará por ella” y estará presente ante cualquier requerimiento de ella “cuando llegue la ocasión”
3.2.3 Un amigo recrimina al abandonado
Celedonio E. Flores (1924) escribe “Nunca es tarde” donde el abandonado es recriminado por un amigo “perdoná que te lo bata” que por el amor y el cariño profesado “a la mina que te la dio por la azotea“ “te viniste a bajo como bafi de italiano”.Cometió el acto disvalioso de dejar a su madre (ya mayor) y a una hermana, con quien compartía “los encantos del bulin” Recepcionando los dichos del amigo, sólo atina a llorar y es nuevamente recriminado”no llores que eso no es de hombres” (por una mujer) pero si está autorizado frente a la madre (retorno a la niñez): ”anda a verla a tu viejita, dale un beso y un abrazo y llorando preguntale si te quiere perdonar”. El mensaje del amigo puede sintetizarse en la forma de manejar las secreciones humanas según el siguiente criterio: las lágrimas pueden ser derramadas por la sangre (la madre: mujer buena) pero no por el semen (la mujer: hembra mala).
3.2.4 El abandonado establece un diálogo mágico con un sendero
En el tema “Caminito” Coria Peñaloza (1924) hace dialogar al doliente abandonado mágicamente con un sendero por donde solía transitar con la mujer: “he venido a contarte mi mal” El desahogo se produce catárticamente con un personaje de características geográficas, como si existiera entre ellos una fantástica unidad espiritual. El entristecido le solicita a este “amigo” que si llega a verla “no le digas si vuelve a pasar que mi llanto tu suelo regó” Aquí también se puede llorar ya que el sendero es simbolizado a la madre,” la madre-tierra”.
3.2.5 El abandonado que concurre al almacén como equivalente de un templo
Juan A .Caruso (1924) en “Sentimiento Gaucho” narra la concurrencia del abandonado “.a un viejo almacén del Paseo Colón donde van los que tiene perdida la fe” El bar adquiere categoría mística, asemejándose a un templo. Uno de estos concurrentes al templo lo localiza y lo describe”todo sucio, harapiento, borracho, sentado en oscuro rincón”. Compadecido percibe que el alma de aquel pobre poseía un secreto dolor y profetiza “es condición del varón sufrir” (pero no debe llorar). El sufrimiento que padece quiere se haga extensivo a la ingrata “no quisiera verla nunca, que en la vida sea feliz” Por supuesto sostiene que si algún día ella deseara volver a su lado la perdonaría ya que el abandono se produjo porque “se ha ido con el hombre que la supo seducir”
3.2.6 El abandonado que generaliza la conducta de las mujeres
Un hombre abandonado y decepcionado, describe Roberto Lino Cayol (1925 ) en “Viejo Rincón” generalizando “el mal de las mujeres, sus risa sus caricias, la farsa de su amor” Al retornar al barrio, lo encuentra a este cambiado y desmejorado, su casa está en ruinas y para colmo su madre murió ”Hoy vuelvo al barrio que dejé y al campanearlo me da pena; no tengo ya mi madrecita buena, mi rancho es una ruina, ya todo se acabó” y se pregunta ”donde estará mi garçonier de lata testigo de mi amor y su traición”.
3.2.7 El abandonado al que le aparece el deseo de muerte
En 1925 Enrique P.Maroni escribe “Cicatrices” donde el abandonado, manifiesta que lo único que desea es la muerte. Nos cuenta que en su rostro exhibe las marcas producto del encuentro con un rival, por ella, ya que “la quería inmensamente a la perjura” y acota ”En la cara luzco con orgullo un recuerdo que es muy tuyo,.. que me hicieron en tu nombre” y concluye ”es por eso que ahora vivo siempre a golpes con la suerte, y solo quiero la muerte para mi angustiado y pobre corazón.”
3.2.8 El abandonado asume una postura mística religiosa
En “La he visto con otro” Pascual Contursi (1926) apela a solucionar el abandono rogándole a la virgen que lo haga olvidar y además autoriza el llanto frente a la escena de ver a la traidora del brazo de otro, encima riendo de contentos.” la he visto con otro pasearse del brazo, mis ojos lloraban, reían contentos de dicha y amor” ”Hay noches que solo me quedo en mi cuarto rogando a la virgen me haga olvidar”
3.2.9 Aparece el psicoanálisis
Jesús Fernández Blanco (1926) escribe “El abrojito” incorporando el poeta la psicología en la relación de la pareja recepcionando la temática del “inconsciente” señalado por S .Freud tiempo atrás. Se observa que a pesar de “que te fuiste ingrata del nido y mi vida tan serena condenaste así al dolor”, desconoce el móvil del abandono “no sé porqué te alejaste de mí si yo te adoré con creciente fervor. No se por que me engañabas así, sin demostrar desamor” puede admitir “perdonar” la acción de la mujer ya que su accionar fue inconsciente, es decir un hecho inmanejable: “para saber si al final has hallado todo lo que inconsciente has soñado…”
3.2.10 El abandonado presenta una reacción paranoide por resentimiento
José Rial escribió en 1929 “Primero Yo” donde describe el desafío de la mujer” Podes pasar a mi lado como pasaste anoche, inflada de despotismo con lirismo de cartel. Siente el impacto y resentido reacciona proyectando el conflicto “Primero yo por más fuerte, que pianté bien la guita, está la página escrita de lo que fue nuestro amor y aunque la vivas gozando entre bacanes dichosos en la lista de tus cosos, primero, primero yo.”
3.2.11 El abandonador quiere olvidarla pero no puede
Manuel Romero (1923) en“Nubes de Humo” describe no al abandonado sino al abandonador que quiere olvidarla mientras recuerda y busca placer en el cigarrillo pero no puede y dice: “Fume compadre, fume y charlemos y mientras fuma recordemos que con el humo del cigarrillo ya se nos va la juventud Con el alma la quería y un negro día la abandoné. Luego la recuerda siente culpa y se arrepiente “Voy sin poderla olvidar atormentado por la pena, ella juró que era buena y no la supe escuchar’”
3.2.12 El que llega a robar para satisfacerla, pero ella igual lo abandonó
Esto se observa en “Ivette’(Pascual Contursi 1920) : un hombre perdidamente borracho “en la puerta de un boliche evocando el ayer”, arguye que fue abandonado por una “pavada” y realiza un inventario de acciones y objetos que él llevó a cabo para satisfacerla (trueque material en la relación amorosa) llegando hasta robar comprando con el producto de los ilícitos, objetos para la mujer:”un sombrero, un cinturón de cuero, un par de aros, una botas con caña de gamuza, una pollera de seda crepé, una crema de lechuga para eliminar verrugas y una caja de colorete”,pero ella no ha valorado hasta que punto el hombre la quería que llegó hasta transgredir la ley y pagando con lo más preciado la perdida de la libertad para satisfacer sus gustos. ”Recordando sus amores el pobre bacán lloró”
3.2.13 El abandono como liberación
Satíricamente en algunos tangos se suele tomar la partida de la mujer como un alivio, una alegría, una liberación en una especie de ‘negativo” de Mi noche triste.
Esta vertiente humorística la encontramos en “Victoria” donde Discépolo expresa: ”Victoria, saraca victoria!,pinté de la noria! se fue mi mujer! Si me parece mentira después de seis años volver a vivir…volver a ver mis amigos…vivir con mama otra vez!..”
Juan B Abad Reyes en “Te fuiste? Já já…” el hombre celebra: “Mi bulín está mucho mas lindo, más aireado ,ventilao y compadre, con las pilchas por el suelo, todo bien desarreglado…y no tengo a nadie que la bronque, ni pichicho que me muerda o ladre, te agradezco, mina otaria, de que me hayas amurado”…
E .S . Discépolo y Ray Rada escriben en 1930 “Justo el 31” la historia de un varón que eligió la primera mujer que tuvo a mano por deseos sexuales y luego no sabía como sacársela de encima. Dice:” Era un mono loco qu’encontré en un árbol una noche de hambre que me vio pasar. Me tiró un coquito…yo que soy chicato me ensarté al oscuro y la llevé al bulín…La aguanté de pena cuatro meses entre la cachada de todo el café…Le tiraban nueces mientras me gritaban: Ahí va Sarrasani con el chimpancé!”
3.3 .La traición
Aquí ella (o él) se va con un tercero. La traición es el acto cometido, al quebrantar la fidelidad o lealtad debida. Existe una relación de confianza, y alguien la transgrede, provocando en quien la padece, un absoluto desconcierto, con más una irremediable, al menos en principio, angustia existencial .Es una acción fraudulenta y sorpresiva y realizada con intención y sin reparos, a sabiendas y por ende consciente.
El que tiene dudas sobre la conducta de su coparticipe sufre anticipatoriamente por el presunto desamor, y reprocha celoso, es decir, la sospecha, le trae el recelo de que el ser amado haya puesto o ponga, su cariño en otro, sintiendo a su vez envidia por el supuesto tercero.
La envidia es un sentimiento o actitud social, de carácter penoso, suscitado en el individuo al ver que otro, consigue o, posee, lo que él mismo le falta o desea, o bien poseía, y aquel, le arrebató, conquistó u obtuvo.
Los sentimientos genuinos no son garantía de razonamientos genuinos un marido engañado no es la persona en mejores condiciones para juzgar los méritos del amante de su mujer.
3.3.1 El traicionado que no perdona
Es corriente que el sufriente le desee la misma suerte al traidor/a negándole el perdón . Así lo observamos en “No te perdono más”(R Sciammarella) y en “Copetín vos sos mi hermano” (Diego Flores): “mas la vida es justiciera y a la ingrata la he de ver como yo, triste llorando y por la vida arrastrando sus orgullos de mujer”
3.3.2 El traicionado se promete castigo para la traidora, el rival, o ambos en una actitud activa de ir a buscarlos
En “Total pa que sirvo”(Enrique Dizeo) se lee: “Desde hoy día y noche los vi’andar buscando y donde se cuadre ya me vas a ver …Total pa que sirvo, sin ella mi vida no es vida ni es nada no se más quien soy…”
3.3.3 El que se enamora de viejo y teme una traición
No siempre se canta en el tango el hecho consumado de la traición, algunos “pegan antes de que le peguen, por las dudas” Celedonio Flores (1940) en “Cuando me entres a fallar” describe a un personaje que se enamora de viejo y dice: “Te conocí cuando entraba a fallarme la carpeta, me ganaste con bondades poco a poco el corazón. El hombre es como el caballo: cuando ha llegado a la meta afloja el tren de carrera y se hace manso y sobón “Luego reconoce, como se, que a su pesar no puede dejar de estar enamorado “entré a quererte por esa ley del destino, sin darme cuenta que estaba viejo para querer.” Por su experiencia de vida, duda y pontifica “Viejo…porque tengo miedo que me sobres en malicia, viejo…porque desconfío que me queres amurar.” Con un último arresto se da ánimo “sin embargo todavía, si se me cuadra y apuran puedo mostrarle a cualquiera que sé hacerme respetar.Compara por último, el tipo de cariño que le profesa haciendo un parangón con el de su madre y la amenaza por las dudas” Te quiero como a mi madre, pero me sobra bravura p’hacerte saltar p’arriba cuando me entres a fallar”
3.3.4 Primero le crea celos y luego lo traiciona
P. Contursi (1926) en “Pobre corazón mío” nos muestra el doble juego de crear celos y luego traicionar. Un guapo invita bailar a una mujer, lo que provoca los celos del personaje .Este con lagrimas en los ojos , a pesar de saberse perdidoso, incita a pelear al guapo y cuando malherido se lo llevan al hospital , su mujer vuelve al baile a bailar con el guapo.”Aquel guapo malevo que la sacó a bailar, entonces en mis ojos sentí dos lagrimones…sacando los cuchillos salimos él y yo…y cuando me llevaban, la mujer aquélla entró al baile y bailó.”
3.3.5 La mujer traicionada
La voz femenina sufriente y traicionada se observa también en las letras de los tangos .Así “Julián”,(José L Panizza) “Padre Nuestro”.(A Vaccarezza) “Volvé” (Luis Bayón Herrera) “Muñequita”(Adolfo Haerschel) , etc. son ejemplos significativos En esta tesitura de amor dolorido, de dolor sin resentimiento, la mujer puede incluir el perdón y el pedido de que vuelva.
José L Panizza (1923) en “Julián” describe la sumisión masoquista por una pasión amorosa “Yo tenía un amorcito que me dejó abandonada..era un tigre para el tango y envidia del cabaret, pero un día traicionero tras de otra se me fue. “A pesar de todo mantiene la fidelidad “En aquel cuartito nadie más entró y paso las noches llorando tu amor. Negro, yo nunca podré olvidarte y siempre sabré esperar”
La invocación a Dios para que vuelva el amor perdido lo escribe Alberto Vacarezza (1923) en “Padre Nuestro” donde se implora: “Padre Nuestro, que estás en los cielos…que todo lo sabes que todo lo ves…por qué me abandonas en esta agonía? por qué no te acuerdas de hacerlo volver?”
3.4 Consecuencia de la traición
La traición admite distintas conductas consecutivas al hecho. Veamos algunas de esas alternativas descriptas en las letras de los tangos:
3.4.1 El conflictuado por sentirse inhibido de poder matar
En “Tomo y Obligo” de Manuel Romero (1931) el protagonista bebe “lejos del pago” para olvidar e invita a los presentes a hacerlo también empañado por el alcohol pero sin llorar el amor perdido: “si los pastos conversaran esta pampa le diría con qué fiebre la quería, de qué modo la adoré” y se pregunta, al reencontrarla en brazos de otro, ¿cómo no la mató? Luego generaliza que “de las mujeres no hay que hablar todas amigos, dan mal pago” y sermonea dirigiéndose a todos los hombres “no se enamore” y si lamentablemente le sucede, le confirma los postulados:”sufre y no llore que un hombre macho no debe llorar”
3.4.2 No la pudo matar, no la puede olvidar, y sufre de insomnio
Alfredo Le Pera (1934) escribe “Amargura” donde el protagonista recuerda a la mujer todo el día sufre de insomnio al recordar la visión de la traición.”Me persigue implacable su boca que reía. Acecha mis insomnios ese recuerdo cruel” ”Mis propios ojos vieron cómo ella le ofrecía el beso de sus labios.” se quiso vengar y matarla pero no pudo., por lo tanto bebe para tratar de olvidar. “deshecho de amargura yo me quise vengar…su boca que reía yo no pude matar…doliente y abatido mi vieja herida sangra, bebamos otra copa que yo quiero olvidar” pero el alcohol también lo traiciona y le perpetua la imagen que quiere olvidar “del fondo de mi copa su imagen me obsesiona es como una condena su risa siempre igual coqueta y despiadada su boca me encadena se burla hasta la muerte la ingrata en el cristal”…
3.4.3 El traicionado y reemplazado busca tapar la angustia con el alcohol
Enrique Cadícamo en”Nostalgias” (1935) realiza un brindis por los dos para olvidar su obstinación. La angustia proviene de dos causales: el abandono y el fácil reemplazo de sentimientos que hace la mujer (presa fácil de los hombres) La ruptura de una relación, es vertiginosamente superada, conformando una nueva.”Nostalgias…de escuchar su risa loca, y sentir junto a su boca, como un fuego su respiración. Angustia…de sentirme abandonado y pensar que otro a su lado pronto…pronto le hablará de amor”
3.4.4 La venganza
Muchos de los casos de traición terminan en venganza o en duelo criollo. Como estos actos rara vez responden a otras motivaciones, se los puede considerar también formando parte de las consecuencias de la traición. La venganza puede identificarse con el castigo ejemplar y deliberado de una mala acción; otras veces significa, hacer lo que se debe. El varón lo hace por lo que se debe a sí mismo o por lo que esperan de él los demás; otras aún, es un acto irreflexivo, un acto de pasión ciega.
El vengador por lo tanto puede recurrir a distintas estratagemas para cobrarse la traición:
Francisco García Jimenez (1932) escribe “Ya estamos iguales” donde vemos que el traicionado, sufrió por ella. Comprueba con el transcurso del tiempo, que la mujer, le sucedió de igual manera con otro hombre, por lo que retorna a él. El poeta utiliza “el tiempo” como venganza ”Es cierto que un día, tu boca, la falsa, de mí se reía; pero hay otra risa más cruel y más fría se ríe de ti…” y continúa ”a ti, que buscabas la dicha en alturas que yo no alcanzaba, así arrepentida de aquella aventura te tira ante mí” y concluye “Y sé que quisieras, con estos despojos de viejas quimeras, rehacer el romance de las primaveras que no vuelven más…inútil empeño , ya no hay más que sombras. Aguantá la pena, soportá el quebranto…”
En otros casos el vengador amenaza, marca, o mata a la mujer que lo traicionó.
Miguel Bucino (1931) escribe “Una carta” donde el varón presiente la traición de su compañera por estar preso, sólo confía en la madre y urde la venganza y expresa “Vieja: una duda cruel me aqueja y es más fuerte que esta reja que me sirve de prisión…quiero que me diga con franqueza si es verdad que de mi pieza se hizo dueño otro varón. Si así fuera… ¡Malhaya con la ingrata!..Algún día he de salir y entonces vieja, se lo juro por la cruz que hice en la reja que esa deuda con mi daga he de cobrar.”
En el tango “Contramarca” (1930) Francisco Brancatti nos informa que un hombre esquivo y “medio indio” (idea de primitivo) en cuestiones del amor es seducido.”en mi camino te cruzaste, con tus ojos criollos me chuziaste” “después que por tus maña caí bajo tu pial” y como en el fondo es un hombre bueno (léase ingenuo) fue traicionado por ella “china cruel!.. a que has venido? qué buscas en este rancho?. Luego ante la traición, actúa sin escrúpulos”Y esa flor que mi cuchiyo te marcó bien merecida, la yevarás luciendo en el carriyo pa’ que nunca en la vida olvides tu traición” Finalmente sostiene que nunca más establecerá una relación como la que sostuvo”En el viejo pértigo de mi alma no te vengas a enredar. Tenés contramarca. Sos ajena a mi corral…”
En 1930 Alberto J Ballesteros en “Dicen que dicen” se describe el hombre que comete el acto vindicador a través de una paráfrasis .Le pide a su mujer que se acerque, que no tenga miedo, que va contarle una historia de amor. El relato trata de una mujer similar a ella, y de un hombre “bueno’ y “manso” como él.”Pero una noche que pa’un laburo el taura manso se había ausentado, prendida de otros amores perros la mina aquella se le había alzado…”Posteriormente volvieron a encontrarse y el hombre del cuento la tomó del cuello igual que el relator ”y cuando quiso el destino que la encontrara, como ahora a vos, trenzó sus manos en el cogote de aquella perra…como hago yo..” Mas tarde, el contador, informa a un vecino “Deje vecino…no llame a nadie. No tenga miedo, estoy desarmado. Yo solo quise contarle un cuento, pero el encono me ha traicionao..
3.5 La infidelidad
La fidelidad y honradez de la mujer están muy poco recreadas en la letra de los tangos. No obstante en Por seguidora y por fiel ( C E Flores)se describe la historia de un malevo desdeñado por una mina que por ser fiel a su corazón y a su amor es marcada por el acosador despechado que la había amenazado con vengarse ”Porque la horrible venganza se cumplió cobarde y cruel. La mina lleva la marca por seguidora y por fiel”
En la letra de algunos tangos se describe la evidencia de la infidelidad (no la presunción o el conocimiento posterior al hecho).
Tal situación se encuentra bien descripta por el traicionado a un interlocutor ignoto en el tango “Amigazo” de Francisco Brancatti y Juan M Velich (1924) .El hombre “pasivo” ante la traición de la mujer da paso a la decisión actuada al comprobar la sospecha de la infidelidad de la misma, mata al cómplice de la felonía.
Evoca el hecho como “una burda emoción violenta” y describe “una nube en los ojos me vino como un flechazo, y en mi rencor amigazo, entero yo me jugué; quiso el maula reírse manchando mi frente honrada y por tan mala jugada sin compasión lo achuré” .Lo mata como consecuencia de ver que el hombre “a los labios de la infiel como abrojo se prendió” y explica:”los celos sentí, tantié mi facón y luego a lo gaucho le abrí el corazón”..Por supuesto luego le pide al interlocutor “chupemos juntos”.para sublimar la traición de ella y la muerte que carga.
Las modalidades que se describen en el tango para describir la infidelidad son variados.
3.5.1 El matón “currado” por la mina que le da la “guita” al cafiolo
En 1926 Francisco Alfredo Marino escribe en “El Ciruja” la historia de un guapo enamorado que es engrupido por una mujer que le saca el dinero para dárselo al cafiolo. Al saberlo el matón enfrenta y mata al rival, ”los dos guapos se trenzaron en el bajo y el ciruja que era listo para el tajo, al cafiolo le cobro caro su amor..” va a prisión y cumplida la condena “ya libre “e la goyola y sin la mina, solloza de dolor.” Ante el amor-odio que provoca el recuerdo se apela a la descalificación del objeto y dice el tango: “que yugaba de quemera hija de una curandera, mechera de profesión; pero que vivía engrupida de un cafiolo vidalita y le pasaba la guita que le sacaba al matón”.
3.5.2 Se precave contra sí mismo frente a la autoridad
Luis Bayón Herrera en “Un Tropezón” (1927) cuenta la historia de un traicionado que tuvo una fuerte discusión con la infiel en la vía pública a la que trata de agredir por lo que interviene un policía que lo toma de un brazo. Dice refiriéndose a la autoridad “no me haga pasar vergüenza, yo soy un hombre decente se lo puedo garantir”.Luego recapacita y por miedo a agredirla ya que no la perdona y teme matarla “Lléveme nomás agente, es mejor que no me largue…” Define: “He tenido un mal momento al toparme a esa malvada, más no pienso hacerle nada, Para qué! Ya se ha muerto para mí” Luego se autodefine como un otario como lo sindican los Don Juanes de cabaret por el amor que entregó “Dentre el barro la saque un día y con amor la quise hasta mi alzar” pero era una inmerecedora, hecho que lo explica con un proverbio ”la cabra al monte tira” (severo determinismo adjudicado a la mujer de que con ellas no existe garantía) Aquí la concientización del hecho no provoca la habitual quietud en el hombre, ni el llanto ni la bebida sino la potencial acción agresiva que pone coto la presencia oportuna del policía.
3.5.3 El homicidio sexual
Julio Navarrine (1927) en “A la luz del candil” cuenta que un hombre ingresa a la comisaría y hace su presentación: “No soy un borracho, ni soy un cuatrero, señor comisario soy un criminal” Da su nombre: Alberto Arenas. Mató a los dos: la infiel (la malvada) y a su amigo traidor (el sotreta) Confiesa asumiendo la culpa sin temor y sin pedir absolución de la pena sino el perdón de Dios.”Arrésteme sargento y póngame cadenas; si soy un delincuente que me perdone Dios“Trae las pruebas de la infamia en la maleta: “Las trenzas de mi china y el corazón de él.”
3.5.4 El duelo criollo
El duelo criollo es una institución regida por normas convencionales y estrictas. La causal es la afrenta en cualquiera de sus formas posibles. Frente a la ofensa el único remedio posible es la muerte del ofensor; seguro que la muerte en duelo criollo es distinta a las muertes por venganza, en el que uno actuaba y el otro padecía la acción. Ya no se trata de ir derecho a matar sino de pelear esa muerte, tal vez con la confianza en que una justicia última haga que venza el asistido por la razón, tal vez con la simple certeza de que, después de su acción, el otro no puede quedar vivo. Se toma como una manera justa de dirimir un derecho, de resolver una situación a través de una lid equitativa.
Su carácter sagrado y justiciero exime de odio o de sombras de resentimiento al contrincante, gane o pierda. Así en “En su ley “(Eduardo Escaris Mendez) hay respeto y admiración por el contrario: “Estoy herido, hermano, no digas nada a nadie ni quiero que mi sangre tampoco la vengués, que el hombre que me ha herido es macho donde cuadre, varón de un solo temple, derecho y sin revés”. En “Allá en el Bajo” (Ismael R Aguilar y Martinelli Massa) tampoco hay animosidad; se cumple con la única manera aceptada, inapelable de resolver el pleito: “Dos hombres llegan, son dos rivales, en duelo criollo resolverán que el brazo diga quien tiene más derecho a desflorar los besos de la mujer fatal”.
Pero el paradigma del duelo por un querer lo escribe Lito Bayardo (1928 ) en “Duelo Criollo” la lucha de dos hombres por el amor de una mujer en el que mueren ambos y luego también la mujer de pena. “Cuentan que fue la piba del arrabal la flor del barrio aquel que amaba un payador; sólo para ella cantó el amor al pie de su ventanal; pero otro amor por aquella mujer nació en el corazón del taura más mentao, y un farol, en duelo criollo, vio bajo su débil luz morir los dos. De pena la linda piba abrió bien anchas sus alas, con su virtud y sus galas hasta el cielo se voló.”
3.5.5 Consecuencias del encierro carcelario
Armando J Tagini (1927) en “La Gayola” presenta un personaje que vuelve de la cárcel a recordar el pasado con la infiel y al encontrarse con su ex compañera ( la traidora) le comunica: ”no te asustes ni me huyas, no he venido pa’vengarme”…”solamente vine a verte pa’dejarte mi perdón. Te lo juro: estoy contento que la dicha a vos te sobre… voy a trabajar muy lejos… a juntar algunos cobres pa’que no me falten flores cuando esté dentro ‘el cajón” Luego acota “he venido pa’que juntos recordemos el pasado”’ cuando yo era un hombre honrado” Evoca el fallecimiento de su madre y su traición seguida de muerte y cárcel.(de 8 a 25 años por homicidio Art. 79 del CP)”Una noche fue la muerte quien vistió mi alma de duelo, a mi tierna madrecita la llamó a su lado Dios.. y desde el cielo me decía que eras buena, que confiara siempre en vos…pero me jugaste sucio…y sediento de venganza mi cuchillo envainé en un corazón…me encerraron muchos años en la sórdida gayola y una tarde me libraron…pa’mi bien o pá mi mal”…
En 1927 aparece Farolito Viejo de J E Riú donde se postula la vindicación anhelada por un preso que le escribe a su ex compañera. Esta lee debajo de un farol la carta que desde la prisión le envía su hombre. El farol presenció el duelo en el que el traidor y la infiel huyeron por miedo al puñal. El hombre le informa: “espero con ansia volver a la esquina vengándome de ella y del batitú”
3.6 La mujer fatal
En rigor de verdad no todas las mujeres de los tangos son malas, ni todos los tangos tienen porqué tratar, necesariamente dicho tema. Hay infinidad de composiciones que exaltan líricamente a la mujer, considerándolas como los más puro y sagrado que existe sobre la tierra.
En “Tesorito” Juan A Caruso y Adolfo R Avilés (1920) dicen: “Tesoro,cierra los ojos y recordemos, aquellas noches cálidas, que pasamos en tiernas pláticas y que a mi te dabas temblando y pálida”.
El enamorado que le canta a la pareja se repite en”Perfume de mujer” obra de Juan J Guichandut y Armando Tagini “Lejanas glorias de amor mi boca busca besos como ayer…y nada más, a mi lado perdurable está tu incomparable perfume de mujer”.
La cumbre la alcanzó Rafael Rossi, en su obra “Corazoncito” “Déjame corazoncito, que le tribute mis flores símbolo de la pureza de los momentos mejores”
En la década del 30 Canaro y Pelay escriben “Te quiero” que expresaron “Como se quiere a una madre, como se quiere a un hermano, con ese amor sin igual..”
Tenemos también que considerar que el tango se ocupó de la mujer enamorada y aquélla que “por buena” se quedó “para vestir santos”
E. Cadícamo (1929) escribe De todo te olvidas refiriéndose a la cabeza de novia enamorada: “De un tiempo a esta parte, muchacha te noto más pálida y triste. Decí: ¿ Qué tenés? A veces te encuentro un poco amargada llorando encerrada en tu habitación. Y he visto, extrañado, que muy a menudo de todo te olvidas, cabeza de novia mimbrada de amor”
El mismo E Cadicamo (1930) escribió “Nunca tuvo novio” “Pobre solterona…te has quedado, sin ilusión sin fe…tu corazón de angustia se ha enfermado puesta de sol es hoy tu vida trunca…”
Roberto Fontaina (1927) patentiza el deseo de encontrar pareja en “Mama…yo quiero un novio” y dice: “Mama, yo quiero un novio que sea milonguero, guapo y compadrón. Mama, si encuentro ese novio juro que me pianto aunque te enojes”
Nos encontramos también con mujeres que si bien no eran “malas” presentaban rasgos transgresores en el hecho del fumar que determinaban un placer erótico.
Garzo y Viladomat (1922) escriben “Fumando espero“y dicen “Fumar es placer genial sensual. Fumando espero al hombre que yo quiero. Tendida en mi sofá fumar y amar, ver a mi amado feliz y enamorado, sentir sus labios besar con besos sabios y en el devaneo sentir con más deseo, cuando sus ojos veo sedientos de pasión.”
En el tango, las “malas mujeres” no representan siempre lo mismo, ni hay dos letras iguales aunque tengan rasgos de similitud al reproducir un mismo suceso.Por lo tanto ,no se puede institucionalizar la frase:”el tango es el lamento del cornudo”. Esta problemática no es exclusiva del tango es un hecho de la vida real que el tango recrea como la poesía universal.
Así por Ej.: Juan Maglio en 1926 en “Llegué a ladrón por amarte” expresa: “Mujer que te fuiste, dejándome enfermo, portándote mal con mi leal querer, ya estoy agotado, me estoy acabando ya nada jamás me habrá de curar…”
Celedonio Flores en “Te odio” narra: “Te odio maldita, te odio como antes te adoré. Dios quiera que un día volvieras a mi, buscando refugio vencida y sin fe. Entonces podría cobrarme tu traición. Es tanto lo, que te odio que al verte sufrir me vengaré!..”
Bernardo Germino y Francisco Bernardis dramatizan en “Se fue con Dios” el abandono de la mujer como sinónimo de su muerte: “De aquel día maldito, nada quedó, hoy vivo pal purrete, el es mi amor, de noche en mis rodillas te nombra a vos, y triste le respondo -se fue con Dios”..
El tema básico de la mujer fatal es obvio que se trata de aquélla que con el poder de su sensualidad o su belleza sumado a sus caprichos y su negro e insensible corazón deshace la vida del hombre. El varón sabe que en ella se encarna la perdición, pero no puede liberarse
Discépolo (1932) escribe “Secreto” donde confiesa “Quien sos que no puedo salvarme, muñeca maldita, castigo de Dios…luego narra las consecuencia que trajo a su familia su metejón” por vos a mi mujer la vida he destrozao, y es pan de mis dos hijos todo el lujo que te he dao.” se declara incapaz de reaccionar” No puedo reaccionar ni puedo comprender perdido en la tormenta de tu voz que me embrujó..” busca una solución heroica a su situación.”Resuelto con un tiro tu sombra maldita que ya es obsesión. “y concluye resignado y cobarde” No se si me merezco este oprobio feroz, pero en cambio he llegado a saber que es mentira que ya no me mato pensando en mis hijos…no, lo hago por vos…”
La pasión irrefrenable la describe Mario Soto en Pasional (1951) expresa: “No sabrás …nunca sabrás lo que es morir mil veces de ansiedad. No podrás…nunca entender lo que es amar y enloquecer. Tus labios que queman…tus besos que embriagan y que torturan mi razón .Te adoro cuando estás… y te amo mucho más cuando estas lejos de mi. Tengo miedo de perderte… de pensar que no de he de verte”
3.7 La dependencia maternal
El paradigma de la virtud era la mujer-madre que es ensalzada en forma casi obsesiva en el tango.” Madre hay una sola”,nos lo dice una voz popular, los tangos solamente, lo refrendan.
No solamente porque hay un tema homónimo, sino porque a lo largo de este género se comprueba que ésa era la realidad. La madre concita en el tango unánime piedad, amor ternura. Es siempre santa, abnegada, comprensiva, apoyo a las declinaciones, lo único en qué confiar, el amor sincero y puro al que se vuelve al fin. de cualquier desventura.
Por Ej.: Francisco Pracánico y Verninio Servetto, seguramente con “Madre” se instala el tema con fuerza “Madre! las tristezas me abatían y lloraba sin tu amor…cuando en la noche me hundía de mi profundo dolor… Madre! no hay cariño más sublime ni más santo para mí… los desencantos redimen y a los recuerdos del alma volví…” José de la Vega con Agustín Bardi compusieron “Madre hay una sola” “y aunque un día la olvidé, me enseñó al final la vida que a ese amor hay que volver”
El que pretende redimir a la mina que cree buena identificándola con la madre E .S. Discépolo (1928) en “Soy un Arlequín” dice: “Me clavó en la cruz tu folletín de Magdalena, porque soñé que era Jesús y te salvaba…Me engañó tu voz, tu llorar de arrepentida sin perdón. Eras mujer…pensé en mi madre y me clavé…”
Por supuesto está el que vuelve arrepentido y encuentra intactos el hogar y el amor que abandonó. La madre nada le reprocha. Así en A mi madre ( Almafuerte) se dice: “Pagando antiguas locuras y ahogando mis tristes quejas volví a buscar a la vieja aquellas hondas ternuras que abandonadas dejé y al verme nada me dijo de mis torpezas pasadas…Madre hay una sola y aunque un día lo olvidé me enseñó al fin la vida que a ese amor hay que volver”
Ella es la reserva moral, la ayuda que no falla. Su fuerza y su amor sostienen al hombre caído o perdido Así el jugador empedernido que pide desesperadamente ayuda en Remordimiento aparece “Por el juego vengo a verte, sin un cobre, a pedirte que me salves”
El hombre que ha caído del todo y está preso, en la mala, enfermo; los amigos se desentienden en Consejo de Oro (Arquímedes Arci) dice: “Y de preso ni un amigo me ha venido a visitar; sólo el rostro demacrado y adorado de mi vieja se aplastó contra las rejas para poderme besar”
3.8 La ruptura amorosa
Las vicisitudes de la relación amorosa y su fracaso están planteadas en innumerables tangos. Los hechos más frecuentes tienen que ver:
3.8.1. La ruptura amorosa de la mujer
José de Grandis (1927) en “Amurado” describe la ruptura amorosa sin explicar la causa “una tarde más tristona que la pena que me aqueja, arregló su bagayito y amurado me dejó. No le dije una palabra, ni un reproche ni una queja; la miré como se alejaba y pensé: todo se acabó…!” El piensa que si ella retornara al verlo ,lo encontrará más viejo y canoso “por la tristeza de mi negra soledad” “se me cruzan fuleros berretines de andar por los cafetines a buscar felicidad”
3.8.2 Vanos esfuerzos del varón para conservar la mujer
Manuel Romero describe en 1928 en “Aquel tapado de armiño” al hombre que ha hecho infinitos sacrificios y privaciones, para cumplir los deseos de ella” Era el momento culminante del cariño, me encontraba yo sin vento vos amabas el armiño” Las actividades realizadas para la obtención de lo anhelado por la mujer consistieron: “y yo con mil sacrificios te lo pude al fin comprar, mangué amigos, vi. usureros y estuve un mes sin morfar”.Luego reconoce que en definitiva el tapado resultó más durable que su amor “Aquel tapado de armiño todo forrado en lamé, que tu cuerpito abrigaba al salir del cabaret; me resultó al fin al cabo más durable que tu amor: el tapao lo estoy pagando y tu amor ya se acabó”
Conclusión: no siempre otorgando los gustos, se adquiere la seguridad del amor.
3.8.3 Varón ingenuo estafado
En “Chorra” E S Discépolo(1928) narra la relación amorosa de un hombre bueno y trabajador y una ladrona de profesión .El se auto presenta como gil y otario “Por ser bueno, me pusiste en la miseria, me dejaste en la palmera, me afanaste hasta el color” Chorra me robaste hasta el amor” Hace un inventario de lo perdido” En seis meses me comiste el mercadito, la casilla de la feria, la ganchera, el mostrador” Reconoce que el susto llega hasta “tanto me asusta una mina que si en la calle me afila me pongo al lao del botón” El entorno familiar en connivencia con la mujer participa de la defraudación (la madre noble viuda de un guerrero es la chorra de más fama que ha pisado la 33 y el guerrero esta preso por profesor de cachiporra) expresando ”Entre todos me pelaron con la cero tu silueta fue el anzuelo donde yo me fui a ensartar.
Por último alerta a los presuntos incautos (sobre todo inmigrantes trabajadores infatigables que logran un poder económico como la carnicería propia más que al porteño por lo general vividor) “cuídense porque anda suelta; si los cacha los da vuelta; no les da tiempo a rajar”
3.8 4 El arte de engañar de la mujer
En el tango “Alma en pena” Francisco García Jimenez (1928) evoca a una mujer, que no se aparta de su ritual amoroso, consistente en engañar sin más, a todo hombre que la rodea “Ella si que me olvidó!…y hoy frente a su puerta la oigo contenta, percibo sus risas, y escucho que a otro le dice las mismas mentiras que a mí.” Escucha su voz, sus palabras y cerrando los ojos imagina que están dirigidas a él. Los términos, adquieren relevancia de “una limosna de amor”, que recoge con su corazón.
3.9 La nostalgia del amor perdido
El recuerdo del amor perdido o el volver a verlo después de largo tiempo son situaciones que en la letra de los tangos se reitera asiduamente. Esa pervivencia está garantizada por tratarse de una situación de segura eficiencia emotiva.
Tiene numerosas variantes:
3.9.1.El recordar con nostalgias el tiempo
Manuel Romero (1926) en “Tiempos Viejos” recuerda con un amigo “Te acordás hermano, qué tiempos aquellos!.Eran otros hombres, más hombres los nuestros, no se conocía coca ni morfina, los muchachos de antes no usaban gomina. Te acordás hermano, la rubia Mireya que quité en lo de Hansen al guapo Rivera? .Casi me suicido una noche por ella y hoy es una pobre mendiga harapienta”
3.9.2 Recuerda y se emborracha
Enrique Santos Discépolo(1928) en “Esta noche me emborracho” pinta a un hombre enamorado que realiza actos de deslealtad por mantener su amor y lo recuerda con amargura “Y pensar que hace diez años fue mi locura que llegué hasta la traición por su hermosura” “que chiflado por su belleza le quité el pan a la vieja me hice ruin y pechador…que quedé sin un amigo que viví de mala fe, que me tuvo de rodillas sin moral, hecho un mendigo cuando se fue..” El transcurso del tiempo, en principio le recrea cierta venganza por lo que quedó de ella pero sin embargo no alcanza para satisfacerlo “Sola fané, descangayada, la vi. esta madrugada salir del cabaret. Flaca, dos cuartos de cogote, una percha en el escote, bajo la nuez.””Parecía un gallo desplumado mostrando al compadrear el cuero picoteao…” “Yo que sé cuando no aguantó más, al verla así rajé pa’no yorar “Mire si no es pa’ suicidarse que por ese cachivache sea lo que soy!..” Recurre al alcohol para subsistir “Esta noche me emborracho bien me mamo bien mamao pa’no pensar…”
3.9.3 Despedida póstuma
César Vedani (1927) se despide de los muchachos en “Adiós Muchachos” :”Adiós muchachos, ya me voy y me resigno..Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos, de los bellos momentos que antaño disfruté cerquita de mi madre santa viejita y de mi noviecita que tanto idolatré. Es Dios el Juez Supremo, no hay quien se le resista, llevándome a mi madre y a mi novia también, y darle a mis amigos mi adiós postrero..”
3.9.4 La ve pasar y evoca con dolor
Garcia Jimenez (1926) en “Tus besos fueron míos” dice” Hoy pasas a mi lado con fría indiferencia, tus ojos ni siquiera detienes sobre mi y sin embargo vives unida a mi existencia y tuyas son las horas mejores que viví. Fui dueño de tu encanto, tus besos fueron míos”
En Dicha Pasada, (Guillermo Barbieri) ella pasa con otro, que puede ser el mismo que se la quitara: “Ayer te vi tan altanera pasar con el que fuera mi rival”
3.9.5 El que está solo y recuerda
Alfredo Le Pera en 1934 escribe “Soledad” “En la doliente sombra de mi cuarto, al esperar sus pasos que quizás no volverán, a veces me parece que ellos detienen su andar sin atreverse luego a entrar .Pero no hay nadie y ella no viene, es un fantasma que crea mi ilusión. En la plateada esfera del reloj, las horas que agonizan se niegan a pasar. Hay un desfile de extrañas figuras que me contemplan con burlón mirar”
Los hermanos Lomuto compusieron en 1924 “Nunca más” donde el protagonista se lamenta del amor perdido ”Linda muñequita mimosa, siempre en mi corazón estás, nena, acordate de la pena que me dio tu boca loca cuando dijo nunca más!.
3.9.6 Reencuentros decepcionantes
Los encuentros o reencuentros casuales o buscados son, salvo excepciones decepcionantes y alejan a ambos más de lo que estaban. Así en” Ahora no me conoces “(Santiago Adamini) se expresa: “Te busqué sin darme paz por cariño nada más y ahora no me conoces”
A Le Pera (1935) describe en “Volvió una noche” el reencuentro sorpresivo “ Volvió una noche, no la esperaba, había en su rostro tanta ansiedad que tuve pena de recordarle su felonía y su crueldad. Ella le pide perdón y anhela volver al pasado “ Me dijo humilde: si me perdonas, el tiempo viejo otra vez vendrá” El piensa escépticamente “.Mentira, mentira, yo quise decirle las horas que pasan ya no vuelven más. Luego hace silencio y ambos entienden la imposibilidad del retorno afectivo “Callé mi amargura y tuve piedad; sus ojos azules, muy grandes se abrieron. Mi pena inaudita pronto comprendieron y con una mueca de mujer vencida me dijo: Es la vida. Y no la vi más.” Ella se va al observarlo y él acepta su decadencia existencial “Se fue en silencio sin un reproche, busque un espejo y me quise mirar. Había en mi frente tantos inviernos que también ella tuvo piedad.”
Otra forma de encuentros podría denominarse “la que retorna”
Esta acción en los tangos es típicamente femenina, ya que rara vez el varón vuelve a la mujer. Las mujeres en cambio vuelven arrepentidas buscando amparo y techo, el amor verdadero o el hijo que abandonaron.
Sin embargo la letras de los tangos centran más el interés en la actitud del hombre que las recibe que en los motivos de la mujer para retornar.
En “De vuelta al bulín” ( P Contursi) el varón recuerda la vuelta arrepentida al bulín de la percanta que “juyó’ y le reprocha “Cuantas veces contigo y con mis amigos me encuerdelé y en una noche de atorro en el cotorro no te encontré” Luego explica que la buscó, imaginó que se escondió para darle un alegrón, pero luego cayó en la realidad cuando vio que las ropas se había llevado y que le había dejado una carta donde le decía que se iba con otro. No obstante ante el regreso “Con todos los despechos que vos me has hecho, te perdoné”
Francisco Bastardi (1925) escribió “Entra nomás”: que dice: “entra nomás ya que has vuelto, no tengas miedo a la biaba, si yo tranquilo esperaba que volvieras otra vez; y aunque tuviste el coraje de abandonar nuestro hijito entrá, que está el pobrecito, deseando que lo beses. “…y luego acota:”pero de ahora en adelante, si en mi techo te cobijo, serás la madre de mi hijo pero mi mujer jamás”.(penitencia o castigo que le impone a la mujer por su falta)
En los tangos se observa con cierta frecuencia (a diferencia de las mujeres) que las acciones masculinas apuntan a” los que están por irse “como en Andáte con la otra (E Dizeo).
En Lloró como una mujer C Flores (1929) narra a una mujer engrupida por la “ histeria masculina “.a través de una postura melancólica : “Me engrupiste bien debute con el cuento’e la tristeza pues creí que te morías si te dejaba amurao; describe luego la “ sintomatología depresiva “que presentaba “Te dio por hacerte el loco y le pegaste al alpiste, te espiantaron del laburo por marmota y por sebón; yo también al verte enfermo empecé a ponerme triste y entre a quererte por zonza, a fuerza de compasión. Te empezó a gustar el monte, y dejaste en la timba poco a poco la vergüenza, la decencia y la moral; como empezó a escasear el vento me diste cada marimba que me dejaste en cama con vistas al hospital. Avivada de la conducta psicopática del compañero pontifica: “Decime si yo no he sido para vos como una madre, decime si me merezco lo que me pensás hacer. El acepta el reto y pide perdón “Bajó el bacán la cabeza, y él, tan rana y tan compadre besándole los cabellos lloró como una mujer…”
3.9.7 Confiesa maltrato para salvarla de él
E.S.Discépolo cuenta en “Confesión” (1930) por qué la dejó ir y su nostalgia al verla un año después: “Hoy después de un año atroz, te vi pasar. Me mordí pa’no yamarte!… Ibas linda como un sol, se paraban pa’mirarte. Yo no se si el que te tiene así se lo merece. Sólo se que la miseria cruel que te ofrecí me justifica al verte hecha una reina, que vivirás mejor lejos de mí…”
3.9.8 Recuerdos de gigoló
Celedonio Flores 1930 escribió “Viejo Smocking” “Viejo smocking, cuantas veces la milonguera mas papa el brillo de tu solapa de estuque y carmín manchó y en mis desplantes de guapo cuantos llantos te mojaron cuantos taitas envidiaron mi fama de gigoló”
3.9.9 amor de un momento
E.Cadícamo (1936) escribe “Ave de Paso” “Nuestro amor fue un amor de un momento, mi cariño fue un ave de paso y tus beso de miel y de raso un vaso sagrado que no olvidaré”
3.9.10 La década del cuarenta la marcan los recuerdos
Época en que se escriben tangos nostalgiosos y románticos .El abandono, la traición y las desavenencias no se vengan con la acción agresiva explícita, los reproches apuntan a la angustia existencial de la problemática de la pareja.
H.Manzi escribió en 1942 al recuerdo irremplazable que el varón tiene por la mujer que lo abandonó en “Ninguna” “No habrá ninguna igual, No habrá ninguna. Ninguna con tu piel y con tu voz. Tu piel, magnolia que mojó la luna. Tu voz, murmullo que entibió el amor. No habrá ninguna igual, todas murieron en el momento que me dijiste adiós “
J.M .Contursi en “Grisel” 1942 cuenta una historia de seducción, abandono arrepentimiento y búsqueda sin solución” No debí pensar jamás en lograr tu corazón…Y sin embargo te busqué hasta que un día te encontré y con mis besos te aturdí sin importarme que eras buena. Tu ilusión fue de cristal, se rompió cuando partí, pues nunca, nunca más volví…Qué amarga fue tu pena!.Me faltó después tu voz y el calor de tu mirar, y como un loco te busqué pero ya nunca te encontré y en otros besos me aturdí. Mi vida fue todo engaño!”
El mismo Contursi (1944) en “Cristal” dice “ Tengo el corazón hecho pedazos ,rota mi emoción en este día…Noches y más noches sin descanso, y esta desazón del alma mía …Cuántos y cuantos años han pasado, grises mis cabellos y mi vida, loco…casi muerto… destrozado con mis espíritu amarrado a nuestra juventud. Más frágil que le cristal fue mi amor junto a tí…cristal tu corazón,…tu mirar…tu reír.”
Horacio Sanguinetti (1944) escribe en “Nada”: “He llegado hasta tu casa…Yo no sé como he podido! Si me han dicho que no estás, que ya nunca volverás…” Donde estás…para decirte que hoy he vuelto arrepentido a buscar tu amor”
H.Manzi escribe en 1945 “Fuimos” y dice:”Fuimos abrazados a la angustia de un presagio por la noche de un cariño sin salidas, pálidos despojos de un naufragio sacudidos por las olas del amor y de la vida.” Vete! no comprendes que te estoy salvando? no comprendes que te estoy amando? No me sigas no me llames, ni me beses, ni me llores, ni me quieras más”
E.Cadícamo en “Rondando tu esquina” 1945 dice: “Que me has dado vida mía que ando triste noche y día. Rondando siempre tu esquina, mirando siempre tu casa. Y esta pasión que lastima y este dolor que no pasa. Hasta cuando iré sufriendo el tormento de tu amor”
C Castillo en 1945 escribe “María “y dice:”Acaso te llamaras solamente María!… No sé si eras el eco de una vieja canción, pero hace mucho. mucho fuiste hondamente mía sobre un paisaje triste, desmayado de amor.”
E.Discépolo en “Canción desesperada” (1945) dice:” ¿Dónde estaba Dios, cuando te fuiste? ¿Dónde estaba el sol que no te vio? ¿Cómo una mujer no entiende nunca que un hombre da todo, dando su amor? ¡Soy una canción desesperada que grita su dolor y tu traición!..”
H.Manzi en “Che Bandoneón “(1950) dice: “Bandoneón para qué nombrarla tanto? No ves que está de olvido el corazón y ella vuelve, noche a noche, como un canto en las notas de tu llanto che bandoneón?
3.10. La mala vida del varón
El varón con su historia y su comportamiento ha motivado a las letras de tango.Ha pesar de asumir el rol de víctima en la inmensa mayoria de las veces,se debe reconocer su culpabilidad en muchas de las conductas adjudicadas a la mujer, o la vida.
Así el patotero que deja a la mujer que lo quiere y en decadencia se arrepiente fue descrito en 1922 Manuel Romero en “Patotero sentimental” “Patotero, rey del bailongo, patotero sentimental que escondes bajo tu risa muchas ganas de llorar; ya los años se van pasando y en mi pecho no entró un querer y en mi vida tuve muchas…muchas. minas, pero nunca una mujer. Cuando tengo dos copas de más, en pecho comienza a surgir el recuerdo de aquella fiel mujer que me quiso de verdad y yo, ingrato, abandoné..”
Existen también los “contratangos” que rechazan todos los ingredientes tradicionales de tomar alcohol para olvidar penas de amor. Así se expresan tangos como “De puro curda” (Abel Aznar) donde el alcoholismo es un hecho genuino no relacionado con la relación de pareja mal habida “Si un hombre pa’tomar un trago de caña precisa la traición de una mujer” Luego define asumiendo socialmente su alcoholismo: “Y a mi que me importa que dirá la gente que me paso mis días en un mostrador…Al fin, si tomando yo hago algún daño, lo hago conmigo de curda nomás”
El alcohol como pretexto repetido para enfrentar y olvidar al amor perdido. Por esa cualidad protectora del alcohol habla de las copas con amistad y reconocimiento. El alcohol es uno de los condicionantes de la mala vida del varón en el tango.
En” Noches de Cabaret “(Antonio Fische) el narrador se aturde en noches de farra y dice “Noches de cabaret en donde bebo mi alcohol para olvidar a una mujer que mentía diciendo que me quería y después me abandonó”
Pero, aunque la evasión sea el propósito, no siempre es el resultado; la supuesta cualidad de la bebida fracasa muchas veces. En “Copa de ajenjo” ( Juan Canaro y Carlos Pesce) aparece “Y en esta copa de ajenjo en vano pretendo mis penas ahogar”
El farrista mujeriego que tiene una pena oculta lo describe Azucena Maizani en 1928 en “Pero yo sé” en el que narra:”Pero yo se que metido vivís penando un querer, que queres hallar olvido cambiando tanta mujer. Yo sé que en las madrugadas cuando las farras dejas sentís tu pecho oprimido por un recuerdo querido y te ponés a llorar”
El que abdica de su bravura y proyecta en la mujer su incapacidad de reacción frente al metejón E. S. Discépolo en 1928 escribe “Malevaje” y dice: “Te vi pasar, tangueando altanera con un compás tan hondo y sensual, que no fue más que verte y perder la fe, el coraje, y el ansia ‘e guapear…no me ha quedao ni el pucho en la oreja de aquel pasado malevo y feroz. Ya no me falta pa’completar más que ir a misa e hincarme a rezar…”
El hijo ingrato que abandona a la madre, dejándola desamparada. Es un motivo que casi siempre en el tango está al servicio de otro, incrustado en él.: el de la mujer fatal que incluye a veces el de una madre abandonada. En “Te odio” ( C E Flores) el narrador proyectando su culpa expresa:”Si yo por tu cariño dejé a mi madre, enferma solita sin techo ni pan”
Está también el que olvida a la madre ya no específicamente por una mujer sino por la mala vida: orgías, amigos placeres diversos. En “Madre” (Vermidio Servetto) el arrepentido dice” yo viví desorientado, yo soñé no sé que mundo, yo me hundí en el mal profundo en delirante afán de loca juventud. Me atraían los placeres un abismo! las mujeres Ya sin madre ni deberes, sin amor ni gratitud”
El galán en decadencia fue recreado por Zuviría y Manila 1930 en “Enfundá la mandolina” Aquí es arengado por la mina que tiene en el bulín frente a sus arranques de nostalgias sobre su pasado de don Juan .Ella le aconseja”Sosegate que ya es tiempo de archivar tus ilusiones, dedicate a balconearla que pa’vos ya se acabó y es muy triste eso de verte esperando la fulana con la pinta de un mateo desalquilado y tristón” y luego socarronamente le dice: “Que queres Cipriano, ya no das más jugo. Son cincuenta abriles que encima llevas. Junto con el pelo que se fue del mate se te fue la pinta que no vuelve más. Dejá las pebetas para los muchachos, esos platos fuertes no son para vos. Piantá el sereno andáte a la cama que después mañana, andás con la tos.”
El fanfarrón y denostador fue interpretado por C Flores en 1930 en “Canchero” donde denosta a la mina mostrando pedigrí “Para el record de mi vida sos una fácil carrera que yo me animo a ganarte sin emoción ni final” y lecuenta “Vos sabes que de purrete tuve pinta de ligero; era audaz, tenía clase, era guapo y seguidor.” y luego le acota “El cariño de una mina, que me llevaba doblado en malicia y experiencia, me sacó de perdedor; pero cuando estuve en peso y a la monta acostumbrado, que bata la percanta el juego que se le dio!.
Está el que quiere sentar cabeza. Julio Camiloni en 1957 escribe “La última ““Yo no puedo equivocarme, sos la última en mi vida, y es la última moneda que me queda por jugar; sos la última y espero que me traigas la ternura, ésa que he buscado en tantas y que no puedo encontrar; ya no quiero pasionismo, ni amoríos, ni aventura, yo quiero una compañera para ayudarme a luchar”
Tenemos también al perdedor que le reprocha a la mina su actitud de hacerle pasar vergüenza frente a los muchachos en “Audacia” de C Flores. Aquí el abandonado narra “Me han contado y este fato que querés me desconsuela pues viene de los muchachos que te han visto trabajar, que salís con otras minas a llenar la pasarela y a cantar si lo que hacen se puede llamar cantar””Que has rodao como potranca que la pechan en el codo engrupida bien debute por las charlas de un bacán””Te cambiaron pobre mina te empujaron lentamente y si tu vieja la finada levantara la cabeza desde el fondo del cajón, quien te viera tan escasa de vergüenza y de peleche emprendiéndola a los berridos cuando suena el charleston”
Se observan también los idílicos que quieren reivindicar a la mujer frente al prejuicio social La incomprensión social frente a la redención de la mujer la pinta Discépolo en “Infamia” (1941) y cuenta: “La gente que es brutal cuando se ensaña, la gente que es feroz cuando hace un mal, buscó para hacer títeres en su guiñol, la imagen de tu amor y mi esperanza…A mi qué me importaba tu pasado? Si tu alma entraba pura a un porvenir! Fue inútil gritar que querías ser buena! Fue estúpido aullar la promesa de tu redención…La gente es brutal, y odia al que sueña lo burla y con risas desdeña su intento mejor! Tú vida desde entonces fue un suicidio vorágine de horrores y de alcohol. Anoche te mataste ya del todo, y mi emoción te llora en tu descanso…corazón!”
En “Fangal” sigue el intento de reivindicación Discépolo y los Hnos Expósito dicen: “yo la vi que se venía en falsa escuadra. Se ladeaba, se ladeaba, por el borde del fangal. Fui un gil porque creí que allí inventé el honor y sigo gil cuando presumo que salvé el amor, ya que ella fue quien a trompadas me rompió las penas…ya ven volví a la mugre de vivir tirao . Caray! si al menos me engrupiera de que la he salvao!
Homero Expósito en 1956”en “Afiches “el varón Le reprocha a la mujer el esfuerzo realizado por ella y le dice: “Yo te di un hogar…siempre fui pobre pero yo te di un hogar. Se me gastaron las sonrisas de luchar, luchando por ti, sangrando por ti. Luché a tu lado… para ti, por Dios! y te perdí!…
3.11 Reflexión final “adulta”
Después de la década del 60 las letras de los pocos tangos que se dedican a la problemática de la pareja adquieren una actitud que troca “lo emocional por lo racional” quizás bajo la influencias de las modernas psicoterapias sexuales.
Así por ejemplo .Chico Novarro (1964) en “Nuestro Balance” narra “Sentémonos un rato en este bar a conversar serenamente. Echemos un vistazo desde aquí a todo aquello que pudimos rescatar. Hagamos un balance del pasado como socios arruinados sin rencor, hablemos sin culparnos a los dos porque al final salvamos lo mejor”…
Como vemos los tiempos cambian y las letras de los tangos también. En el análisis de la problemática que nos planteamos investigar es como si la sexología se aunara a la psiquiatría en el objetivo de restarle trabajo a la medicina legal.