10. Los clientes
El cliente es una categoría de sumo interés, tomando en cuenta que éste es el alma y la razón de la existencia del TSC. En la temática del TSC existe una relación en la que interactúan dos fuerzas: la oferta, constituida por el o la TSC, que ofrece sus servicios, a uno o varios clientes a cambio de una remuneración o compensación no siempre económica por una parte y, por otra, la demanda, constituida por los clientes, quienes desean satisfacción sexual y pagan por conseguirla.
En su generalidad, el cliente es anónimo. Tiene derecho al respeto y jamás se le inquieta. Sin embargo, uno debe preguntarse quién hace vivir a los proxenetas y a las prostitutas, y necesariamente llegará a la conclusión de que es el cliente, quien se constituye en otro de los actores principales que promueve y fomenta el TSC.
Uno puede interrogarse sobre las motivaciones de los clientes, quienes acceden a este tipo de servicios. Pero las respuestas son pocas, ya que los mudos de la historia son los clientes. Sin embargo, se puede afirmar que en líneas generales los clientes al recurrir al TSC femenino buscan remedio a dos clases de trastornos:
- los problemas relacionales (timidez, impedimento anímico y carencia de afecto),
- los problemas psicosexuales (disfunciones como la eyaculación precoz, desviaciones sexuales, etc.).
En lo referente al TSC masculino, se puede advertir que los clientes varones desean satisfacer sus impulsos homosexuales con estos servidores sexuales, en tanto que se puede presumir que las clientes mujeres manifiestan una insatisfacción sexual con su pareja formal, o bien por que buscan una aventura informal sin complicaciones de otro tipo.