[spp title=”16. Reflexiones finales”]
16. Reflexiones finales
Nuestras grandes ciudades, como otras en el mundo, a partir de la gran inmigración, tuvieron sus lugares emblemáticos y un folklore que los consagró. Pero los escritores contemporáneos, al auge de las casas de tolerancia que hablaron de la Argentina, dejaron sin decir: Primero, que integraban un sistema legal destinado a protegerlas para usufructuarlas. Segundo, que la moral y las costumbres, segregaban a sus pupilas pero las consideraban un mal necesario, muy necesario, para la salud y paz social. (44,50)
Además, cuando hablan de las organizaciones –Varsovia, Esquenasum y otras menores- no mencionan que los municipios tenían como principal ingreso la tasa de “tolerancia“ a esas “casas”. Estas casas de trabajadoras descalificadas funcionaban como cuarteles, en donde los soldados no podían salir a la calle más que en pocas horas de los días fijados, que no podían caminar en grupo, que no podían mostrarse en puertas y ventanas ni hablar con los pasantes; que estaban sujetas a continuas revisaciones ginecológicas y podían ser puestas en cuarentena por sospecha de cualquier enfermedad; que no podían tener con ellas a sus hijos (en tiempo de exagerada exaltación de la maternidad); que estaban registradas en su condición de “rameras” sólo redimible por matrimonio ó residencia prolongada en casa honesta, que no podían tener otro domicilio que el del prostíbulo. Queda sin decir que si la prostituta se alejaba de la Casa era denunciada, declarada prófuga y devuelta. (6,23)
Aún sin tomar en cuenta las relaciones informales con políticos y clientes poderosos y las institucionales con la justicia, la policía y las autoridades en general, la prostitución era un negocio que había que cuidar de la competencia de los clandestinos que no pagaban tasa y mantener con mano dura porque era el más rentable y seguro, Su base, mujeres recambiables, formaba un ejército disciplinado, sumiso, (6,23)
En el caso de la Zwig Migdal, es recién en 1927 cuando empezaron a discutirse los aspectos mafiosos gracias a la denuncia de una mujer maltratada y valiente. Hasta entonces habían pasado unos veinticinco años de negocios exitosos a la vista de todos. Su historia sirve para mostrar no sólo los vicios sino también los prejuicios de esa sociedad: el periodismo e la época apenas dedicó unos pocos renglones a su denuncia. El carácter escandaloso del juicio; la concepción machista imperante y los tabúes de una sociedad pacata, hicieron que la gesta de Raquel Liberman quedara sepultada en el cajón del olvido durante más de setenta años. (7,9,23)
Entre tanto, el artista, el escritor, empezaron a mirar la prostitución como un espectáculo, surgiendo de las más anónimas de las mujeres, bellos poemas dramáticos e irónicos que como Malena, estuvieron en boca de todos.
Con la sanción de la Ley 12.331 del 17 de diciembre de 1936 sobre Profilaxis de Enfermedades Venéreas prohibiendo los prostíbulos el comercio sexual sujeto a edictos policiales, utilizados estos como forma de control y abuso, las formas se multiplican. En la actualidad hay mayor libertad sexual, pero también más prostitución en sus nuevas modalidades (saunas, taxi-boy, books en los hoteles, con niños y niñas cada vez más jóvenes). Los que la ejercen están igual que en los tiempos de las pupilas, aceptados como un mal necesario y a la vez, marginados. (44,50)
De manera tal que la prostitución existe en todas las sociedades modernas, de una manera u otra, y es más frecuente en las ciudades que en las áreas rurales.
Las y los TSC provienen, en su mayoría, de hogares pobres, con serios problemas en cuanto a su composición interna, lo que deriva frecuentemente en la desintegración familiar. Además, presentan un nivel de instrucción bajo, lo cual dificulta su acceso a un mercado laboral con mejores condiciones para su desarrollo como personas. (1,4,12)
En el caso particular de las mujeres, se observa que el embarazo precoz y no deseado es una causa adicional que las impulsa a ejercer la prostitución.
Tienen perspectivas limitadas, el acceso restringido a bienes de consumo y servicio.
La falta de un control sanitario lleva a algunas personas de este sector a una situación de ilegalidad y de atentado a la salud.
Permite identificar a las personas que ejercen la prostitución como víctimas, en primer lugar de las circunstancias que las empujan a esta actividad, y en el caso de las mujeres, llegan a ser víctimas de los que regentean, de clientes y de las autoridades corruptas.
Toda sociedad, para desenvolverse normalmente, precisa tener un marco jurídico que deba ser salvaguardado mediante normas y leyes jurídicas. Siempre será necesario que la sociedad se proteja de modo particularmente eficaz contra ciertas conductas. En el caso de la prostitución existe una urgente necesidad de normar adecuada y coherentemente su accionar ya que ésta como actividad, profesión, ocupación o como quiera que se lo identifique de acuerdo a la valoración de una determinada época y lugar, cambiará de forma, se transformará pasando de un ambiente a otro y de una civilización a otra, pero no desaparecerá.(1,4,12)
Por último, se destaca la función pública que cumple la prostitución como válvula de escape a una sexualidad masculina no canalizable por otras vías; como compañía y alivio a la soledad del hombre; como mecanismo de prevención de la violación y el abuso sexual a otras personas (mujeres, hombres o niños y niñas).
Llegado a este punto del análisis, conviene preguntarse ¿qué es exactamente la prostitución? (44)
¿un destino?
¿el producto de una coacción?
¿una decisión personal?
¿una víctima psicosocial?
¿es una libre decisión de un T. S. C.?
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