3. Concepto de algolagnia
En la algolagnia ya sea activa o pasiva (sadomasoquismo) el dolor desempeña un hecho capital.
La mejor definición de algolagnia (sadomasoquismo) es la de una desviación sexual caracterizada por la búsqueda del orgasmo merced a la asociación del dolor y la violencia no forzosamente efectuada sobre los órganos genitales, y ejercida, bien sobre el objeto erótico (sadismo), bien provocada por el propio sujeto sobre si mismo o por medio de la pareja erótica (masoquismo).
En esta parafilia de dos vertientes, el acto de violencia suple al coito, por lo menos en la mayoría de los casos. Se trata, pues de una manifiesta crueldad más o menos simbólica a la que se somete el sujeto masoquista o que ejerce el sujeto sádico.
La violencia sadomasoquista habitualmente suele ser de orden psíquica y consiste en amenazas o en actitudes adoptadas para asustar, para dominar o castigar, e inclusive para humillar.
Tanto el sádico como el masoquista se sirven de su facilidad de ser excitados por el sufrimiento real o simbólico, activo o pasivo, para llegar al orgasmo ya sea por maniobras autoeróticas o coitales aunque, como ya dijimos, se observe con frecuencia en estos individuos la presencia de disfunciones sexuales que impiden el coito.
La coexistencia de ambas formas de expresión, la sádica y las masoquistas en una misma persona es un hecho frecuente, lo que implica que el interés de la sexualidad a través de la violencia es un hecho esencial para la comprensión de la vida erótica de estos individuos.
Havelock Ellis fue uno de los primeros autores que puso de evidencia la profunda y constante relación entre la sexualidad, la violencia y el dolor.
La algolagnia tiene su origen en manifestaciones sexuales muy ancestrales y que no son necesariamente parafílicas
Todo el mundo sabe que en el coito es excitante morder o apretar fuertemente al coparticipe. Los mismos gestos del acto sexual contienen cierto grado de violencia o de agresividad. Los niños que han visto la escena primaria de sus padres se forjan un concepto del coito como algo agresivo y temible. La tendencia primaria empuja al macho a penetrar con cierta violencia a la hembra lo que constituye en el fondo la pulsión sexual aloerótica, a pesar de que en el mundo civilizado se encuentra atenuada por reacciones emocionales diversas o por el sentimiento de ternura lo que lleva a esta violencia a un plano imaginativo o es únicamente realizada a través de juegos simbólicos.
A veces esta violencia se transforma en una especie de violencia moral que explicaría la atracción especial que tienen para ciertos individuos la seriedad exagerada, la disciplina rígida, el sentido de renuncia, la humillación o el castigo en general. Así a veces, como dice Lopez Ibor, el religioso que teme exageradamente al demonio de la carne, acaba haciéndose esclavo de la represión de su sexualidad.
Hemos dicho que la algolagnia se asocia al dolor y la violencia.
Observamos que el dolor se expresa de distintas maneras:
a) está incluido en el sistema social de las relaciones interpersonales, surgiendo dentro del grupo de los impulsos de piedad, compasión y a ciertas actitudes o modos de auxilio.
b) podemos decir que el coito es “doloroso”, si lo tomamos como un acto físico de un “penetrar “y un “ceder”de un unir y un separar.
c) si lo tomamos al dolor en relación al orgasmo, aparece como una vivencia dolorosa “sui generis”que se manifiesta en la miotonía general con contracciones y sacudidas, con las acciones particulares erótico-dolorosas de morder, oprimir , pellizcar, etc.
d) desde un punto de vista psicológico, concluimos que el acto sexual tiene dos vertientes: un “tomar “y un “buscar”.
La búsqueda y la aceptación del dolor se engloban dentro de un conjunto: ”la imagen sexual del partenaire”de lo que resulta el sadomasoquismo como una sola cosa, que se desarrolla en más o en menos según se acentúe el deseo de poder o de sumisión. Es decir: la particularidad del sádico es el “deseo de poder” y la del masoquista es el “deseo de sumisión”.
La variante sádica utiliza al partenaire como un instrumento útil y mientras lo somete espera “el llamado de auxilio” que va surgiendo con el dolor. De manera que el dolor es el instrumento que emplea para lograr el pedido de auxilio angustioso del otro, con el que refirma su poder.
La variante masoquista utiliza por su parte al partenaire para que le haga daño, pero siempre de un modo “entregado”(pasivo), en ello esta implícito la exigencia de ser aceptado de una manera determinada, con lo cual logra manejar al otro a su gusto (placer de la elección).
Tanto el sádico como el masoquista como se ve, pueden ser homo o heterosexuales acompañados de hiper, normo o hiposexualismo y con una autoimagen sobre o infravalorada
homo hetero S: sujeto masoquismo
O: Objeto sadismo
———S———-O Autoimagen
Adecuación
Sadismo Sadismo Masoquismo Masoquismo
heterosexual homosexual heterosexual homosexual
hiposexual hiposexual hiposexual hiposexual
sobrevalorado infravalorado infravalorado sobrevalorado
Encontrar una explicación etiopatogénica clara para el sadomasoquismo no es fácil.
Se describen alteraciones de la personalidad que solamente pueden ser investigadas en su biografía individual y su contexto socio-ambiental.
Se intentaron explicaciones neurobiológicas y psicológicas a través de las distintas teorías sin encontrarse respuestas concluyentes sobre la etiopatogenia de la algolagnia
El CIE 10 de la OMS al incluir los trastornos de la inclinación sexual, entre ellos se encuentra el sadomasoquismo (F65.5) delimitando el siguiente criterio:
–si el sujeto tiene una preferencia por actividades sexuales que impliquen el infligir dolor, humillación o esclavitud, se denomina sadismo
–si el sujeto prefiere ser el receptor de tales estimulaciones, entonces se denomina masoquismo.
–a menudo un sujeto obtiene excitación sexual en forma indistinta tanto en actividades sádicas como masoquistas (sadomasoquismo)
–esta categoría solamente debe ser utilizada si la actividad sadomasoquista es la fuente de mayor importancia para la estimulación o si es necesaria para la gratificación sexual. (desviación sexual)
Por lo tanto el diagnóstico debe ser establecido con claridad cuando la violencia es necesaria para la excitación sexual, para distinguirlo de la crueldad en situaciones sexuales o de la cólera no relacionada con el erotismo.