Contentidos
3. Análisis de los asesinos seriales
El asesino serial (en inglés término serial killer) fue promocionado por el agente especial del FBI en la década del 70 Robert Ressler (1937-) donde trabajó durante 20 años y fue profesor de la escuela de criminología de este organismo. Es especialista en la identificación y captura de asesinos, para lo que se ayuda de su habilidad para trazar su perfil psicológico.
El concepto ya había sido acuñado en 1930 por el inspector policial alemán Ernst Ferdinand Gennat (1880-1939) que fue el director en Berlín de la Policía Criminal.
La expresión asesino en serie entró al lenguaje popular en gran parte debido a la publicidad que se dio a los crímenes de Ted Bundy (Theodore Robert Cowell Bundy), nacido en 1946 y condenado a morir en la silla eléctrica en 1989 en Florida, EE.UU.). Fue un asesino en serie que los analistas estiman que, el número de sus víctimas podría rondar las cien mujeres, muy lejos de los números oficiales de alrededor de treinta y seis.
Ted Bundy | David Berkowitz (hijo de Sam) |
Otro asesino serial paradigmático fue David Richard Berkowitz, nombre de sus padres adoptivos ya que nació como Richard David Falco en 1953, también llamado El hijo de Sam y Asesino calibre 44. Es un asesino en serie e incendiario estadounidense cuyos crímenes aterrorizaron Nueva York desde julio de 1976 hasta su arresto en agosto de 1977.
Cumple seis condenas por 365 años.
Todos estos tipos de crímenes mencionados son usualmente consumados por una sola persona. Existen otros tipos de asesinatos múltiples también, aunque a menudo están relacionados con grandes organizaciones y no con dos o tres asesinos: genocidio y ataques terroristas.
Los asesinos múltiples han sido en su mayoría varones, las mujeres representan la minoría en las estadísticas. Los asesinos en serie están específicamente motivados por una multiplicidad de impulsos psicológicos, sobre todo por ansias de poder y impulsión sexual como ya dijimos. Este aspecto motivacional los desliga de los asesinos a sueldo y otros asesinos múltiples, quienes están motivados por el lucro (37, 46, 77, 81).
3.1 Algunos antecedentes psicopatológicos
La mayoría de los asesinos en serie tienen antecedentes de afecciones mentales. Se sabe que, frecuentemente, fueron víctimas de abusos durante su infancia, ya sea física, sexual o psicológicamente, toda vez que es factible encontrar una correlación entre los abusos en su infancia y los crímenes que cometen.
Con frecuencia se observa que estos sujetos presentan sentimientos de inadaptabilidad, inutilidad y minusvalía.
Algunas veces debido a las humillaciones y los traumas sufridos en la infancia. Los crímenes que cometen suelen otorgarles una sensación de potencia y frecuentemente le sirven de revancha, venganza, o reivindicación de su estado de frustración histórica.
Los asesinos en serie suelen tener impulsos extremadamente sádicos. Desde niños pueden tener antecedentes de actos de piromanía, comienzan con incendios invariablemente sólo por la emoción de destruir cosas, y también con crueldad hacia los animales (“zoo-sadismo”). El famoso “petiso orejudo” (luego veremos) es un ejemplo paradigmático (20, 21, 42, 44, 46, 53).
Estos sujetos anulan la capacidad de sentir empatía por el sufrimiento de otros, de esta manera, son frecuentemente diagnosticados precozmente como psicópatas o sociópatas, términos que eufemísticamente son renombrados en la actualidad por psicólogos como trastornos antisocial de la personalidad.
El elemento de fantasía en el desarrollo de los asesinos en serie es extremadamente importante. A menudo fantasean en la infancia y/o la adolescencia con cometer asesinatos.
Sueñan despiertos de manera compulsiva con dominar, someter y asesinar, con elementos o formas muy específicos que después aparecen en sus crímenes reales.
Muchos expertos han afirmado que una vez que el asesino serial comienza con sus actos delictivos no puede parar (puede presentar períodos de acalmia solo para luego reincidir).
Algunos sostienen la opinión de que aquellos que no son capaces de controlar sus impulsos homicidas son más fáciles de atrapar.
Tampoco es cierto que estas conductas delictivas sean necesariamente producto de una historia de pobreza familiar o promiscuidad social.
Por lo general, los asesinos en serie suelen tener una motivación sexual por lo tanto, hacen uso de una “lujuria erótica” y de la tortura, para obtener placer sexual por mutilación de la víctima y también de la necesidad de matarla lentamente tras un tiempo, a veces prolongado.
De manera tal que el asesino serial sexual complace su placer erótico, por lo general de tinte parafílico, con un homicidio, es decir, el delincuente satisface su erotismo matando a la victima. El asesinato lujurioso es sinónimo del término erotophonophilia, parafilia que se caracteriza porque la excitación o gratificación sexual depende de la muerte de un ser humano.
Normalmente este tipo de delincuencia se manifiesta ya sea por asesinato durante la relación sexual y/o mutilar a los órganos sexuales o las zonas de la víctima el cuerpo. La mutilación de la víctima puede incluir la evisceración y/o despedazamiento de los órganos genitales.
A veces incluye actividades sexuales tales como la eliminación de la ropa del cuerpo, posando y sosteniendo el cuerpo en diferentes posiciones eróticas o con la inserción de objetos en los orificios corporales. La antropofagia (el consumo humano de la sangre y/o la carne) y la necrofilia (la realización de actos sexuales en un ser humano muerto) también están descriptas (41, 45, 54, 58, 76).
Estos delincuentes han hecho una conexión entre el asesinato y la satisfacción sexual. Cuando este tipo de delincuente elige a una víctima, ésta debe tener algo que el delincuente encuentra sexualmente atractiva. Recordar que víctima no es cualquier persona, sino aquella que “encaja” en el patrón del victimario. Esta característica atractiva podría ser común en todas las de las víctimas del delincuente (configura un patrón). Puede haber muchas víctimas potenciales que un delincuente “deja pasar” porque no cumplen con sus necesidades psicopatológicas básicas.
Una vez que el delincuente ha encontrado una víctima ideal a sus necesidades, la acosa o realiza otras conductas depredadoras, antes de actuar su fantasía criminal sobre ella. Dijimos que las fantasías son un componente clave en los asesinatos por placer erótico. Si no puede cumplir dichas fantasías en forma completa, se vuelve cada vez más violento mientras lucha por cumplirlas creando un ciclo repetitivo.
El propósito de la fantasía es el control total de la víctima, mientras que un asalto sexual puede ser utilizado como un vehículo para el control, la tortura se convierte en una herramienta para degradar, humillar y someter a la víctima.
Las fantasías pueden ser alimentadas por la violencia y facilitado en algunos casos por el alcohol u otras sustancias.
Por lo general, las fantasías pueden implicar una o varias formas de parafilia (1, 4, 5, 14, 29, 32, 36, 38, 39, 40, 41, 45, 56, 57, 60, 65, 66, 67, 68, 71, 72).
Estos tipos de conductas delictivas no son de reciente aparición desde el siglo XX. Ya varios siglos antes, existen referencias históricas de asesinos múltiples. Por ejemplo, en el siglo XV, uno de los hombres más ricos en Francia, Gilles de Rais, secuestró, violó y asesinó al menos un centenar de muchachos.
Gilles De Rais | Elizabeth Báthory |
La condesa Elizabeth Báthory (1560-1614), fue una aristócrata húngara, perteneciente a una de las familias más poderosas de su país. Ha pasado a la historia por haber sido acusada y condenada de ser responsable de una serie de crímenes motivados por su obsesión por la belleza, que le han valido el sobrenombre de “La Condesa Sangrienta” y tiene el Record Guinness de la mujer que más ha asesinado en la historia de la humanidad. Fue arrestada en 1610 y subsecuentemente acusada de torturar y matar más de 600 jovencitas.
En ambos ejemplos, De Rais y Báthory fueron supuestamente sádicos y adictos a matar, y difieren de los asesinos seriales de hoy en día, en que este par de asesinos eran ricos y poderosos.
Thug Behram (1765-1840) del culto thuggee en India (temible clan de ladrones), fue uno de los asesinos en serie más prolíficos.
Pudo haber matado hasta 931 víctimas entre 1790 y 1840 con las ropas ceremoniales (o rumal, que en hindú significa pañuelo) usadas para su culto. Behram fue ejecutado en 1840 por ahorcamiento. De esta manera, posee el registro de más asesinatos cometidos por una sola persona en la historia.
Richard von Krafft-Ebing con su esposa Marie Luise |
Thug Behram |
En su famoso libro “Psicopatías Sexuales”, Richard von Krafft-Ebing registra el caso de un asesino serial ocurrido alrededor del año 1870, un italiano llamado Eusebius Pieydagnelle quien tenía una obsesión sexual con la sangre y confesó haber dado muerte a seis personas.
El popular asesino anónimo “Jack el Destripador” despedazó varias prostitutas en Londres en 1888 (el número exacto de víctimas se desconoce; como mínimo cuatro, probablemente seis). Estos crímenes lograron obtener enorme atención de la prensa debido a Londres, en aquel momento, era el centro de la superpotencia económica más importante del mundo.
Un retrato robot de lo que pudo haber sido el rostro de Jack El Destripador |
Joseph Vacher |
Joseph Vacher (1869-1898) fue un asesino en serie francés al que se le hizo acusaciones por el asesinato de un mínimo de 11 personas. A veces se le ha llamado “el destripador francés”, debido a su comparación con el más famoso Jack el destripador de Londres de 1888. Sus señas de identidad eran su cara cicatrizada, un acordeón y un sencillo sombrero blanco de piel de conejo hecho a mano. Fue ejecutado en Francia en 1898 después de confesar el asesinato y mutilación de 11 mujeres y niños (46, 77, 81).
3.2 Manifestaciones del accionar del asesino serial
Estos criminales suelen tener un especial comportamiento (ritual) que le son particularmente característicos y mantienen inalterados durante la secuencia delictiva, lo que permite elaborar un perfil psicológico del asesino (81).
El FBI, sin mucha precisión, ha categorizado a los asesinos seriales dentro de dos tipos diferentes: organizados y desorganizados.
A. Asesinos organizados: usualmente son poseedores de un coeficiente intelectual superior a la media (105 en adelante).
Suelen denominarse “homicidas perversos o desalmados” (trastorno antisocial de la personalidad), que planifican sus crímenes muy metódicamente por lo cual pueden tardar cierto tiempo en realizar un asesinato. A veces realizan sus asesinatos por despechos o trastornos y, para encubrirse, involucran a otras personas en su planificación.
Por lo común, secuestran a las víctimas, después de ganar su confianza, matándolas en un lugar y deshaciéndose de ellas en otro. A veces, este tipo de persona busca entre su pasado a personas que formaron parte de su vida y que la marcaron de alguna manera. Actúan engañando de muchas maneras y, si hay personas extrañas en medio de su objetivo, las estudian y llegan a crear toda una cantidad de circunstancias para volverlas en contra de su objetivo.
A veces, pueden tardar años en separar a su objetivo de su obstáculo. Una vez realizado este propósito se acercan de forma pasiva y con muchas mentiras y engaños a la persona de su pasado. Así, por fin, consigue su objetivo, que es hacerle daño de maneras que pueden: matar a su víctima o provocarle sufrimiento, como hacerle daño físico a un ser querido o amado, a su entorno ya sea familia directa del objetivo o ser querido actual. Finalmente, se ensaña con su objetivo inicial.
Estos tipos de asesinos, tienen un alto grado de control sobre la escena del crimen, y generalmente conocen bien la ciencia forense que los habilita para cubrir sus huellas, tal como enterrar el cuerpo o cargarlo hasta un río para hundirlo.
Ellos siguen escrupulosamente sus crímenes en los medios de comunicación, y muchas veces se enorgullecen de sus acciones, como si fuesen grandiosos proyectos.
El asesino organizado es habitualmente muy sociable, tiene amigos y amantes, muy a menudo hasta esposa e hijos. Son el tipo de persona que cuando son capturados, son descritos por los conocidos como “un tipo agradable e inofensivo”.
Algunos asesinos en serie se esfuerzan por hacer sus crímenes difíciles de descubrir, como por ejemplo falsificando notas de suicidio. Es el caso de Harold Shipman (old Frederick o “Fred” Shipman) (1946-2004) fue un médico británico, acusado de matar a 218 de sus pacientes entre 1971 y 1998. Es conocido por ser uno de los peores asesinos en serie de la historia moderna. Shipman fue encontrado colgado en su celda de la prisión de Wakefield. Su posición social y ocupación eran tal que, le permitía simular las muertes de sus víctimas, considerando que morían por causas naturales.
Harold Shipman | Francisco García Escalero |
B. Asesinos desorganizados: estos sujetos presentan un cociente intelectual entre 80 y 95, cometen sus crímenes impulsivamente. Se le observan notorias alteraciones mentales, suelen denominárselos como “el asesino psicótico”.
Mientras que el asesino organizado saldrá específicamente a cazar a la víctima, el desorganizado matará a alguien cuando quiera que la oportunidad surja, contadas veces se molestará en deshacerse del cuerpo, dejándolo en el mismo lugar en que encontró a la víctima.
Usualmente llevan a cabo ataques “sorpresa”, asaltando a sus víctimas sin previo aviso, y típicamente ejecutarán rituales que creen necesarios hacer, una vez que la víctima esté muerta (por ejemplo; necrofilia, mutilación, canibalismo, etc.). A menudo son personas no sociables, con pocos amigos, y pueden tener un historial de problemas mentales y ser referidos por sus conocidos como excéntricos o hasta “un poco extraño”. Tienen poca consciencia sobre sus crímenes y puede que bloqueen los recuerdos de sus asesinatos.
Uno de los casos recientes más conocidos que encajan con este perfil es el de Francisco García Escalero: (1954-) conocido como “el matamendigos” o el “asesino de mendigos” es un asesino en serie, que practicaba la necrofilia y el canibalismo. En 1996, la Audiencia Provincial de Madrid declaró probados los asesinatos de 11 personas, si bien le fue aplicada la eximente de responsabilidad penal por enajenación mental, al concurrir en él (según los psiquiatras forenses) un proceso esquizofrénico asociado a alcoholismo, necrofilia, etc. Por esta razón resultó absuelto de sus delitos pero fue internado en el psiquiátrico penitenciario de Alicante hasta la actualidad.
Un número significante de asesinos seriales muestran ciertos aspectos de los dos tipos mencionados, aunque las características de un tipo dominan. El comportamiento de algunos asesinos declina de ser organizado a desorganizado, según sus homicidios continúan. Complementan cuidadosa y metódicamente los asesinatos al principio, pero conforme su compulsión se sale de control, dejan de dominarse volviéndose descuidados e impulsivos.
Algunos asesinos sufren de personalidad múltiple (trastorno de identidad disociada) lo que los lleva a cometer asesinatos tanto organizados como desorganizados. Aunque varios psicólogos han citado a la personalidad múltiple como una de las mayores causas de asesinatos, está comprobado que solo la minoría de los asesinos seriales sufren este trauma (3, 13, 30, 46, 49, 70, 77, 81, 82).
3.3. Causas o motivaciones para asesinar
Los patrones organizado y desorganizado, están relacionados con los métodos del accionar de los asesinos.
Ahora bien, en cuanto a los motivos que pueden movilizar ese accionar, pueden considerarse las siguientes categorías diferentes. Pueden ser asesinos:
A. Psicóticos: contrario a lo que se suele suponer son muy pocos los asesinos seriales exculpados por enajenación mental. Herbert Mullin (1947-) masacró a 13 personas después de “oír unas voces” que le dijeron que los asesinatos eran necesarios para prevenir un sismo en California. Por tal razón fue declarado inimputable.
Herbert Mullin | Ed Gein |
Edward Theodore Gein (Ed Gein) (1906-1984) alegó que al comer los cadáveres de mujeres que se asemejaban a su madre difunta, él podía preservar el alma de su madre en su propio cuerpo. Mató dos mujeres que le recordaban a su madre, comiéndose a una y siendo arrestado mientras se encontraba en proceso de preparar el segundo cuerpo para consumirlo. También usó la carne de cadáveres exhumados para dar forma, a un “traje de mujer” para sí mismo y de esta manera poder “convertirse” en su madre, a la vez que no dejaba de tener pláticas consigo mismo con una voz en falsete. Después de su arresto fue emplazado a una institución mental por el resto de su vida.
B. Proféticos o iluminados: son llamados también asesinos apostólicos, creen que sus actos están justificados cada vez que ellos se deshacen de cierto tipo de personas indeseables (prostitutas o miembros de cierto grupo étnico), por delegación de una autoridad divina o mística, haciéndole un favor a la sociedad.
Gary Ridgway (1949-) es un hombre de apariencia humilde cuyo aberrante comportamiento sexual nace por su odio hacia las mujeres (misoginia). Asesinó por lo menos a 4 mujeres cuando fue detenido en 2001 en Washington.
Ese odio fue influido por su madre al ser quién maltrataba a los integrantes de su familia, especialmente a él y su padre.
Gary Ridgway | Aileen Carol Wornos |
Aileen Carol Wuornos (1956 y murió bajo los efecto de la inyección letal en 2002) fue una asesina en serie condenada a muerte por el estado de Florida en 1992 que admitió haber matado a siete hombres en incidentes separados; todos ellos, afirmó, la violaron (o intentaron hacerlo) mientras trabajaba como prostituta. Curiosamente, en el caso de Wuornos, las víctimas no eran prostitutas, sino los clientes de estas.
Los asesinos apostólicos difieren de otros tipos de asesinos seriales, en que sus motivaciones que por lo general no son sexuales.
C. Placer: este tipo de homicida asesina por el simple placer de hacerlo, aunque las características que ellos disfrutan pueden diferir. Algunos pueden deleitarse con la “búsqueda” de perseguir y encontrar una víctima más que cualquier otra cosa, mientras otros pueden estar principalmente motivados por los actos de tortura y abuso de la víctima mientras está viva. Usualmente existe un fuerte rasgo sexual en los crímenes, aun cuando puede que no sea inmediatamente obvio, pero algunos asesinos obtienen una oleada de excitación que no es necesariamente sexual. Se describen una variada forma de expresión:
1. El asesino motivado por emoción. Este asesino mata por la emoción que siente mientras su víctima muere. La víctima tiene que estar consciente durante el ataque para que el asesino pueda recibir el máximo placer posible. Actos sexuales no ocurren después que la víctima muere. El objetivo del asesino motivado por emoción es sentir el terror de sus víctimas antes que mueren.
2. El asesino motivado por lujuria. Este asesino es el que tortura y mutila sus víctimas. Son motivados por lujuria y placer sexual, como ya vimos. Las víctimas de este tipo de asesino se encuentran con evidencia de tortura y a veces faltando partes del cuerpo. La violación de las víctimas del asesino motivado por lujuria es común. A pesar de eso, otros pueden asesinar al perjudicado rápidamente, casi como rutina y después gratificarse en actos de necrofilia o canibalismo.
Un ejemplo paradigmático de esta motivación fue el asesino serial Jeffrey Lionel Dahmer (1960-1994). En septiembre de 1986 es arrestado por exhibicionismo indecente y desembocó a su primer análisis psicológico, siendo diagnosticada una personalidad peligrosa. Un año después empezó a matar. Esta vez se trataba de un joven negro al que ofreció una bebida dopada. Dahmer se despertó al día siguiente encima de un cuerpo ensangrentado, pero afirma no recordar nada de lo que pasó aquella noche. Después de eso, Dahmer comienza a matar siempre que tenía ocasión.
Seguía el mismo modus operandi: primero el flirteo ofreciendo dinero a cambio de sexo, luego les ofrecía bebida con somnífero y finalmente los estrangulaba. Después de matar a su víctima se quedaba abrazando el cadáver, pensando en cómo conservar las cabezas y formar una especie de altar en la habitación adornado con los huesos. Dahmer mostraba muchas características de asesino organizado: acechaba a sus víctimas, les engañaba para llevárselos a su apartamento con la promesa de dinero y favores y después de la muerte ocultaba las pruebas de los crímenes, pero también daba muestras de ser un criminal desorganizado: realizaba actos sexuales con sus víctimas después de la muerte, consumía su carne y sangre, las mutilaba y conservaba algunas partes como recuerdos.
Esta mezcla de delincuente organizado y desorganizado es lo que se denomina un asesino ‘mixto’. Este asesino, llamado “El Carnicero de Milwaukee” fue sentenciado a un mínimo de 900 años, pero murió en la cárcel en 1994 asesinado a golpes por un recluso.
Jeffrey Dahmer | Marcel Petiot | Peter Sutcliffe |
D. Beneficio secundario o lucro: la mayoría de los criminales que cometen asesinatos múltiples por fines materiales (tales como los asesinos a sueldo), no son clasificados como asesinos seriales, porque están motivados por el afán de lucro o algún tipo de ganancia económica, en lugar de estarlo por una compulsión psicopatológica. Aun así, existe una delgada línea que separa a ambos tipos de asesinos.
Por ejemplo, Marcel André Henri Petiot Félix (doctor Marcel Petiot) (1897-1946, año en que fue decapitado) fue un médico francés y asesino en serie condenado por múltiples asesinatos tras el descubrimiento de los restos de 26 personas en su casa de París tras la Segunda Guerra Mundial.
Es sospechoso de matar a más de 60 víctimas durante su vida. Operaba en la Francia ocupada por los nazis, podría clasificarse como asesino serial. Se hacía pasar como un miembro de la resistencia francesa y atraía con engaños a opulentos judíos a su casa, haciéndoles creer que él podía hacerlos salir clandestinamente del país. En lugar de eso, los asesinaba y robaba sus pertenencias, matando a 63 personas antes de que fuera finalmente atrapado.
Aunque la principal motivación de Petiot era material, pocos pueden negar que un hombre deseoso de matar a tanta gente, simplemente por adquirir unas pocas docenas de maletas con ropas y joyería, no fuera un asesino compulsivo y psicópata.
E. Poder y dominio o control: este es el asesino serial más común. Su principal objetivo para matar es obtener y ejercer poder sobre su víctima. Tales asesinos algunas veces fueron maltratados de niños, se sienten increíblemente impotentes y a menudo se satisfacen en prácticas que están vinculadas a las formas de abuso que sufrieron ellos mismos. Muchos asesinos de este tipo abusan sexualmente de sus víctimas, pero difieren de los asesinos hedonistas en que la violación no es motivada por lujuria, sino por otra forma de dominación sobre el martirizado.
Algunos asesinos en serie, puede que tengan características de más de uno de los tipos mencionados. Por ejemplo, el asesino británico Peter Sutcliffe, parece ser un asesino psicótico y a la vez profético, toda vez que afirmó que escuchaba voces que le ordenaban que limpiara las calles de prostitutas (2, 11, 22, 25, 26, 66, 67, 70, 77, 81).